Trabajo orientado a promover e intentar satisfacer el interés por la batalla de Brunete, ofreciendo una serie de artículos y monografías que son el resultado de una amplia investigación desarrollada sobre una parte de los archivos que guardan documentación militar de la GCE.

MONOGRAFÍAS

11 división republicana, brigadas 1, 9 y 100.


1ª brigada mixta, 11 división.





Libro “Historia de las brigadas mixtas del EPR”, de Carlos Engel.

La 1ª brigada mixta se organizó en octubre de 1936 en Alcalá de Henares a partir de batallones procedentes del 5º Regimiento. Su primer jefe fue Enrique Lister. En julio de 1937 el mando de la brigada lo tenía el mayor de Milicias cubano, Alberto Sánchez, quien moriría en la batalla de Brunete, igual que el jefe del Estado Mayor de la brigada, Emilio Conejo. Las bajas que tuvo la 1ª brigada mixta en los 20 días de batalla, solo entre jefes y oficiales fueron 212, un número muy alto, pero que, por otra parte, resultó similar al habido en otras muchas brigadas.



Sanidad del Ejército de Maniobra. Relación de bajas habidas en la 1ª brigada mixta durante la batalla de Brunete. (220/15-IHCM)

Día / nº bajas:  6 / 19,   7 / 94,   8 / 53,   9 / 86,   10 / 121,   11 / 53,   12 / 47,   13 / 23,   14 / 14,   15 / 14, 
16 / 11,   17 / 10,   18 / 90,   19 / 93,   20 / 89,   21 / 47,   22 / 48,   23 / 11,   24 / 105,   25 / 90,   26 / 49,  
27 / 1,   28 / 3,    29 / 1,    30 / 2,   31 / 1. 

Total: 1.175



21/6/37

Ejército del Centro. Orden particular a la 11 división, de las 14 horas. (31/2-AGMAV)

A las brigadas mixtas 1 y 9 de la 11 división se les ordena desplazarse desde las posiciones que ocupaban ese día hasta los nuevos emplazamientos previos a la ofensiva.

-    1ª brigada: Galapagar – Torrelodones – Colmenarejo.

-    9 brigada: Moralzarzal – Alpedrete – Villalba – Collado Villalba.

La marcha será nocturna y a pie, tomando todas las precauciones para conservar el secreto. En las zonas de destino se ocuparán preferentemente las zonas de bosque y arbolado denso. Se debe cuidar el secreto de abastecimientos y trayectos.



2/7/37

Ejército del Centro. Estado Mayor. Sección de Operaciones. (39-AHN)

Situación de unidades a fin de jornada D-2: La 1ª brigada está en la zona D-2. 800 hombres de la 1ª brigada se encuentran en marcha sobre automóviles desde Hortaleza a Manzanares, para continuar luego a pie a Moralzarzal. 



4/7/37

En ese día el puesto de mando de la 1ª  brigada estaba situado a la altura del kilómetro 18 de la carretera de Colmenarejo a Valdemorillo.



Libro “Nuestra guerra”, de Enrique Lister.

El primer batallón de la 1ª brigada había servido de base, con sus 500 hombres para formar, en 17 días, la nueva 100 brigada. (Otro batallón de la 1ª sería la base para formar la 9 brigada, en enero de 1937). El 4 de julio los jefes de las brigadas y los de las armas agregadas a la 11 división reconocen el terreno junto a Lister. El día 5 de julio, a las 22 horas, la 11 división se pone en marcha hacia Brunete. La columna lleva en primer lugar a la 9 brigada, seguida por la 100  y con la 1 cerrándola. A medio kilómetro de Brunete, la 9 rebasó el pueblo por la izquierda (E) y la 100 lo rodea por la derecha, mientras que la 1ª se queda enfrente, a 300 metros al N de las primeras casas, sin tomar parte en el asalto, que corre a cargo de la 100 brigada, que ataca de revés a las 6 horas. Con la caída de la noche del 6 se ocupa Villanueva de la Cañada, operación en la que cooperó, desde el S del pueblo, la 1ª brigada con alguno de sus batallones. Durante el día 7 Lister dos batallones de la 1ª brigada están al O de Brunete, cubriendo el flanco de la división en la dirección de Quijorna, donde desde esas posiciones ya rechazan un primer contraataque enemigo. Los otros dos batallones están entonces intentando progresar hacia Villaviciosa de Odón junto a la 9 brigada, que iría con todas sus unidades a tomar el puente sobre el Guadarrama, encontrándose ya desde la mañana del 6 con una seria resistencia en su camino. El jefe de la 1ª brigada, Alberto Sánchez, muere el día 18 de julio a la entrada de Brunete, sobre la carretera, estando junto al comisario de la 11 división. Fue víctima de un bombardeo aéreo en picado. Su cuerpo fue llevado a Madrid y enterrado en el cementerio de Ventas. Miles de madrileños asistieron al duelo, en Manuel Becerra.

Sobre esto último que relata Lister en su libro, en lo referente a la fecha de la muerte de Alberto Sánchez existe una contradicción con lo que consta en su acta de defunción, encontrada en los libros de registro civil de Madrid, concretamente en los del distrito de Buenavista. En esta acta, hecha el 27 de julio, se indica como fecha del fallecimiento el día 25 de ese mes, en el sector de Brunete y a causa de heridas en acción de guerra. Su entierro tuvo lugar en el cementerio municipal de Madrid. Alberto Sánchez Méndez había nacido en La Habana, Cuba,  y tenía 22 años.

Resulta un  inconveniente muy grande el que a la hora de investigar con detalle los hechos de las tres brigadas mixtas que formaban la 11 división se encuentre tan poca documentación específica en los diferentes archivos visitados. En el caso concreto de la citada división en la batalla de Brunete, la falta de datos  apenas permite conocer algo más que lo publicado en los pocos libros que tratan este tema con alguna profundidad.
Sabemos que al ponerse en marcha la 11 división, durante la noche del 5 al 6 de julio, la 1ª brigada cerraba la columna constituida por las tres brigadas (9,100 y 1) que bajaron desde Valdemorillo a Brunete usando la cañada de los Montes del Duque y el camino de Hoya Espesa.  La 1ª brigada no tomó parte en el asalto a Brunete. Así lo dice la orden del V cuerpo de ejército y el testimonio de Lister. Si confiamos en que se cumplieron las órdenes dadas por Modesto, la unidad de Alberto Sánchez se quedó retrasada cubriendo el tramo medio de la carretera de Quijorna a Villanueva de la Cañada, hasta que fue relevada por la 108 brigada cuando aún era de noche. Por su parte, Lister dice que la 1ª  brigada se quedó a 300 metros al N de Brunete. Puede ser  que solo un batallón o dos permanecieran sobre la carretera, mientras el resto de la brigada se adelantaba.
No resultó necesaria su acción para tomar Brunete, y durante el día 6 permaneció flanqueando el pueblo, mientras la 100 brigada avanzaba hacia Sevilla la Nueva y la 9 lo hacía en dirección a Villaviciosa de Odón. Si hacemos caso al poco detallado testimonio de Lister en su libro “Nuestra Guerra”, durante la tarde-noche del 6, algún batallón de la 1ª brigada colaboró en la toma de Villanueva de la Cañada, mientras que el 7, dos de sus batallones parece que tienen que dar cobertura al espacio abierto entre Brunete y Quijorna. Que tal medida resultó necesaria lo acredita el hecho de que estos dos batallones se ven obligados a repeler un primer contraataque enemigo durante ese mismo día.
Siendo esa la situación del 7, segundo día de ofensiva, Lister, en vanguardia del ataque, no solo no estaría recibiendo refuerzos, sino que ni siquiera estaría  pudiendo emplear el total de sus fuerzas para avanzar. La lucha por Quijorna y Los Llanos está ocupando a la 46 división  por más tiempo del previsto y, por si eso fuera poco, Miaja retiene al grueso de la 35 división para cubrir eventuales contraataques enemigos de flanco desde la dirección de Navalagamella en vez de ponerla en la punta del avance.
De lo dicho por Lister se deduce que dos batallones de la 1ª brigada estaban, al final del 7, al E de Brunete, intentando romper la resistencia que desde las primeras horas del 6 ya oponían algunas fuerzas  enemigas (se trataba del 75 batallón de La Victoria, llegado desde Villaviciosa de Odón al mando de Álvarez Entrena). Si desde un principio la misión de tomar la cabeza de puente al E del Guadarrama fue para la 9 brigada, parece también que al menos una parte de la 1ª  brigada secundó este avance en esa dirección, haciéndose cargo del frente que, enlazando con la 100 brigada por la derecha, pasaba por la cota 670 y buscaba a la 9  por el E (izquierda). Una vez que la 1ª brigada encontró freno a su progresión tras chocar con las primeras fuerzas franquistas, apenas sí pudo forzar nuevos avances, que en cualquier caso fueron de poca importancia y  costaron  pérdidas importantes.
Los croquis elaborados en el Estado Mayor del Ejercito de Maniobra con la situación de las unidades a lo largo de la batalla, representan a la 1ª brigada  en la primera línea del flanco izquierdo de la división, en un frente que primero fue ofensivo y luego defensivo (desde el día 11), y que pudo medir unos 3 a 4 kilómetros, si consideramos la suma de los subsectores de la 1 y 9 brigadas, cuyo límite intermedio no aparece claramente representado. Durante la mayoría de esos días se dibuja a la 1ª  brigada entre la 100 por su derecha y la 9 por su izquierda, luchando desde posiciones estables hasta la madrugada del 18, cuando un duro ataque de la 13 división franquista englobado en la primera contraofensiva general arrebató la cota 670 a la 11 división, que no conseguiría recuperarla a pesar de los fortísimos contraataques lanzados ese mismo día y los siguientes.
En esos gráficos, entre el 18 y el 23, la 1ª  brigada aparece cubriendo en solitario la primera línea del flanco izquierdo de la 11 división. El flanco derecho, sin cambios, sigue en manos de la 100 y, mientras,  la 9 está ahora representada por detrás de la 1ª  y no a su lado. Esto se podría explicar porque en un primer momento, tras perderse la cota 670, debió ser la 9 brigada la unidad encargada de lanzar un contraataque envolvente por la extrema izquierda del sector de la 11 división, razón por la que previamente la nueva línea replegada, por carecerse de refuerzos, pudo haber quedado en las únicas  manos de la 1ª  brigada, mientras que la 9 se concentraba. Otra razón, complementaria a la anterior, que puede explicar  la aparente salida de la primera línea de la 9 brigada entre el 18 y el 23 (si no se trata de un error gráfico) es que, una vez perdida la cota 670 y fracasado el contraataque por recuperarla, la certidumbre de que habría nuevos ataques de la división de Barrón obligaba ineludiblemente a Lister a situar fuerzas en reserva para que, llegado el caso, resultara posible contraatacar con el fin de conservar el terreno y el enlace por la izquierda con el subsector de la 16 brigada del XVIII cuerpo de ejército.
Llega el 24  sin que se haya podido efectuar el necesario relevo de la 11 división por la 14. Este día, el nuevo ataque  de la 13 división franquista finalmente consigue arrollar a los defensores de Brunete que hasta entonces siempre habían frenado sus intentos de expulsarlos del pueblo. La 100 brigada que lo rodeaba por el S y la 1ª brigada, que estaba al E, son empujadas más allá del límite N del pueblo, obligándolas a cruzar el camino vecinal Brunete – Boadilla del Monte. El cementerio se conserva, y por algo más de 24 horas va a ser el origen de  furiosos contraataques republicanos que buscan reconquistar Brunete, pero fracasarán uno tras otro, incluso cuando se consigue llegar a las primeras casas después de atravesar la tierra de nadie bajo el denso fuego enemigo. Por su parte, las unidades franquistas que se han hecho fuertes en Brunete intentan devolver el golpe asaltando el cementerio, pero al igual que los republicanos, pagan un alto precio por exponerse fuera de sus parapetos. Uno de estos intentos de la 13 división tendrá mejor fortuna que los anteriores. A media tarde (del 25) un contraataque aparentemente espontáneo, conseguirá alcanzar el cementerio, entrar en él a sangre y fuego y ocuparlo justo cuando una gran formación de bombardeo de la Legión Cóndor se acercaba  para  triturar a sus defensores. Avisados, muy poco antes de bombardear, de que los republicanos acaban de perder la posición, los aparatos centran entonces su ataque en las concentraciones de tropas enemigas inmediatas al N del cementerio, que resultan atrapadas por la combinación de los fuegos artilleros, de infantería y aéreos. La retirada en desorden de las divisiones 14 y 11, que llegó a convertirse en desbandada, resultó la consecuencia lógica del castigo que les cayó encima.
La 1ª  brigada, muy mermada por tantos días de combate previos, es una de la unidades que recibe ese ataque aéreo, seguramente el mayor que se haya descrito  a lo largo de toda la batalla, realizado por la Legión Cóndor sobre una zona muy concreta de terreno muy llano, abierto y carente de obras de defensa o fortificación. Atendiendo a la información que parece más creíble, podría ser en ese momento cuando, junto a tantos otros combatientes de la brigada, muere su comandante, Alberto Sánchez. Sin que existan muchos datos que aclaren los detalles, los restos de la brigada, así como buena parte de la 11 división, son reorganizados durante la noche del 25 al 26 en la medida que la situación permite sobre una nueva línea defensiva pegada al nacimiento del arroyo de La Candalosa y a la cota 660, de donde, superado el difícil día 26, el Mando republicano sacará a la unidad de Lister de línea para permitir a sus supervivientes descansar y a la división recuperar sus capacidades, armamento  y plantilla, tanto como sea posible.



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9 brigada mixta, 11 división.





21/6/37

Ejército del Centro. Orden particular a la 11 división, de las 14 horas. (31/2-AGMAV)

Se ordena a la 9 brigada desplazarse en dirección a la futura zona de operaciones. La 9 brigada se concentrará en la zona determinada por Moralzarzal – Alpedrete – Villalba – Collado Villalba. Ocupará zonas de bosque que impidan ser detectadas, esconder el tráfico de abastecimientos y moverse de noche.



Libro “Historia de las brigadas mixtas del EPR”, de Carlos Engel.

La 9 brigada surgió como una escisión de la 1ª brigada en enero de 1937, y siempre estuvo encuadrada en la 11 división. En Brunete, el mando de la brigada estuvo a cargo del mayor de Milicias asturiano, Rogelio Pando Argüelles; el comisario era José del Campo y el jefe de Estado Mayor, el capitán de infantería Francisco del Pozo Olivares. En la madrugada del 6 de julio rebasó Brunete por la izquierda, avanzando en dirección al Guadarrama, hasta tomar contacto con el enemigo. En los combates del día 7 muere el jefe de la brigada Pando y el de uno de los batallones. El nuevo comandante de la brigada será el mayor de Milicias, José Montalvo Villares. La 9 brigada ocupó el extremo E del sector de la 11 división, alcanzando sus posiciones más adelantadas desde los días 1º y 2º. Aunque frenada por en enemigo, hasta el día 11 aún mantuvo el ímpetu ofensivo, momento en que llega la orden del V cuerpo de ejército de pasar a la defensiva. Fue desalojada de su subsector por los ataques de la contraofensiva del día 24 de julio.



Sanidad del Ejército de Maniobra. Relación de bajas de la 9 brigada durante la batalla de Brunete.
(220/15-IHCM)

Día / nº de bajas: 6 / 19,   7 / 41,   8 / 31,   9 / 55,   10 / 113,   11 / 60,   12 / 47,   13 / 15,   14 / 5,   15 / 10,  
16 / 5,   17 / 3,   18 / 85,   19 / 77,   20 / 8,   21 / 6,   22 / 12,   23 / 1,   24 / 40,   25 / 27,   26 / 10,   27 / 1,  
28, 29, 30, 31 / 0

Total: 671



4/7/37

El puesto de mando de la 9 brigada estaba al O del kilómetro 15 de la carretera de Colmenarejo a Villanueva del Pardillo.  



Libro “Memorias”, de Santiago Álvarez.

La 9 brigada, al terminar la batalla de Brunete, con las otras dos brigadas de la 11 división (que quedó reducida a menos del 50% de sus efectivos), fue trasladada al entorno de San Agustín de Guadalix, un lugar de descanso fresco y verde que contrastaba totalmente con el infierno de Brunete. Allí, los combatientes de la división serían visitados por Pasionaria, por el ministro de educación y por Antón, comisario del Ejército del Centro.

Juan Modesto. “Apuntes para la historia de la Guerra Nacional Revolucionaria, 2ª parte. La operación de Brunete”.  (6-PCE)

Los datos “técnicos” que da Modesto vienen a coincidir con los que se conocen de los libros de Lister y Álvarez. Es curioso que, al igual que en los trabajos de estos dos jefes, la cantidad de información sobre Brunete que aporta Modesto en su libro “Soy del 5º Regimiento” resulta sorprendentemente escasa, mientras que en sus apuntes mecanografiados, consultables en el archivo del PCE, se encuentra un relato mucho más detallado de la batalla y el modo de conducirla de Miaja y su Estado Mayor.
Modesto es quien más información ofrece a la hora de explicar el motivo de la falta de avance de las brigadas de la 11 división en las horas clave. Él asume el riesgo de criticar la falta de audacia del jefe del Ejército de Maniobra. Lo que parece más criticable en la versión de Modesto, que es creíble y convincente en líneas generales, es que da unas cifras de fuerzas enemigas presentes, frente a la 11 división, muy altas en comparación con la mayoría de las otras fuentes conocidas, lo que podría servir para descargar a Lister o a sí mismo de una parte de la probable responsabilidad en el fracaso de avanzar hacia Villaviciosa de Odón.  Lo cierto es que la 9 brigada debió rodear Brunete por el E en torno a las 6 horas, para dirigirse campo a través hacia el puente que cruza el Guadarrama hacia Villaviciosa de Odón. El grado de aprovechamiento de esas horas para llegar hasta el puente y cruzarlo resultaría fundamental para el curso de la batalla. Por alguna razón, la 9 brigada no fue capaz de cubrir los escasos 5 kilómetros que separan Brunete del puente citado durante las horas cruciales en que no existía ninguna oposición enemiga para hacerlo.
Mientras que se puede calificar de brillante la ocupación de Brunete, el que se dejara escapar el momento oportuno para crear la cabeza de puente al E del Guadarrama no parece tener una justificación lógica o sólida, y a este respecto resulta llamativa la carencia de explicaciones del libro de Lister. Entre los argumentos que se puedan  ensayar cabría especular principalmente con la existencia de una orden verbal de  Miaja, probablemente ya receloso a permitir un avance “excesivo” de la vanguardia sin  seguridad en la línea de abastecimiento, o con la falta de iniciativa en el momento decisivo por parte de Lister o Pando, jefe de la 9 brigada durante el día 6 y parte del 7. Sobre el papel, en las órdenes escritas el asunto estaba correctamente estudiado y previsto, pero por la razón que sea, de esos 5 kilómetros en dirección SE que separaban a la 9 brigada del puente, solo se cubrieron apenas 2, los que abarcan hasta la importante cota cerrada 670 (Loma Quemada) y su proyección en horizontal (E-O) hasta el río.
Inexplicablemente se “regaló” al enemigo todo el vital espacio que el 75 batallón de La Victoria mandado por el teniente coronel Álvarez Entrena  había sido capaz de ocupar y retener tras salir de Villaviciosa de Odón a las 8,30 horas y cruzar el Guadarrama hacia Brunete por la carretera que une ambos pueblos. Sobre esta carretera, el citado 75 batallón alcanzó el kilómetro 20,500, lo que significa que se quedó casi a las puertas de Brunete, de donde ya no se lo pudo desalojar a pesar de la inicial superioridad numérica y material republicana. Pocas horas después llegaría a esa misma zona y a ponerse bajo el mismo Mando el 1er tabor de Melilla y durante el día 7, el 73 batallón de La Victoria. La no ocupación del puente y la cabeza de puente al E del Guadarrama a tiempo bien puede considerarse uno de los errores fundamentales de los republicanos, a quienes, al carecer de esa posición les resultó inviable poder cumplir con la misión de  progresar hacia Villaviciosa de Odón y Alcorcón por el camino más corto y lógico, al tiempo que privó al V cuerpo de ejército de una buena posición desde la que atacar o rebasar el vértice Mosquito en los días siguientes. Dice Modesto:

Existió en primer lugar un déficit de visión y compromiso por parte del Mando del Ejército de Maniobra (Miaja) al no coordinar firmemente las acciones de los  cuerpos de ejército V y XVIII. En el caso concreto de la 9 brigada, este problema se dejó notar en el momento clave del avance hacia el Guadarrama, cuando la 11 división debió haber sido secundada por buena parte del XVIII cuerpo de ejército, centrado entonces en aguardar a la toma de Villanueva de la Cañada o implicado en su asalto. Ya durante la mañana del 6, una vez hubo caído Brunete, nada impedía al Mando del XVIII cuerpo de ejército, tal como se le pidió desde el V cuerpo, hacer avanzar parte de sus fuerzas y materiales por el flanco de Villanueva de la Cañada, para explotar el éxito hacia Villaviciosa de Odón. Por el contrario, la 9 brigada avanza sola o con el escaso apoyo de algún otro batallón de la 11 división, que increíblemente debe también ayudar al XVIII cuerpo en la toma de Villanueva de la Cañada, en vez de cumplir su misión, dificultada más, si cabe, por el retraso de la 46 división y la retención que Miaja hizo de la 35, lo que obliga a Lister a distraer parte de su fuerza en cubrirse él mismo su flanco derecho durante los dos días iniciales, los decisivos.
El día 7, la 9 brigada (con el posible refuerzo de uno o dos batallones de la 1ª  brigada) se enfrenta con tres batallones enemigos que le cierran el paso hacia el puente de la carretera Brunete – Villaviciosa de Odón (lo cual es exacto). La lucha se entabla en torno a la posesión de las cotas 670, 640 y 620 (que respectivamente parecen ser el vértice Mesa o “loma Quemada”, el cerro del Tambor y la altura sobre la que está la casa del guarda de La Pellejera). La 9 brigada ocupará la cota 670 mediante el combate, consiguiendo su flanco izquierdo alcanzar el río Guadarrama al S del vado del camino vecinal de Brunete a Boadilla del Monte (con lo que su frente queda situado delante, al N, del cerro del Tambor y la casa del guarda de La Pellejera).
En el intervalo del 8 al 12 de julio prosigue el empuje del V cuerpo de ejército con intención ofensiva, pero la realidad demuestra que al mismo tiempo que se ataca, se deben rechazar una serie de contraataques locales que persiguen leves mejoras del trazado del frente y sus posiciones, además de frenar nuestro impulso. En esos días las unidades de la 11 división (previsiblemente la 1 y 9 brigadas) ganaron las cotas 640, 620 (otras distintas a las citadas) y otras menores, situadas todas al S del camino Brunete – Boadilla del Monte, pero sin llegar a conseguir acercarse peligrosamente a la carretera a Villaviciosa de Odón, que la 11 división ocupaba solo entre los kilómetros 15,500 y 20, es decir, solo por delante de Brunete.
El día 13 se adopta la actitud defensiva (definida como defensa activa) y se mantienen las posiciones en medio de encarnizados combates alternados con jornadas de apreciable calma, pero siempre sufriendo la superioridad material del enemigo y nuestra cortedad de suministros.
El 24 por la mañana, en pleno proceso de relevo por la 14 división y en estado de severo agotamiento, la 9 brigada resulta desalojada de sus posiciones por el enemigo, quien (según Modesto) tiene más suerte frente a la 14 división que ante la 11 (la 9 brigada se ve empujada en dirección a Villanueva de la Cañada al tiempo que el XVIII cuerpo de ejército termina de perder sus posiciones sobre la margen izquierda del Guadarrama y también retrocede).

En el gráfico de situación de las distintas unidades del Ejército de Maniobra correspondiente al día 9 de julio, la 9 brigada ocupa el extremo izquierdo del despliegue de la 11 división. A su izquierda, y sobre la margen derecha (O) del Guadarrama, enlaza con la XV brigada internacional del XVIII cuerpo de ejército. Por su derecha enlaza con la 1ª  brigada. El puesto de mando de la 9 brigada aparece representado junto al camino de Brunete a Boadilla del Monte, sobre la proyección a retaguardia del centro de la primera línea de su subsector. En planos correspondientes a días posteriores, la 9 brigada, no está precisamente en idéntica situación, pero se encuentra siempre en el extremo del flanco izquierdo de la 11 división (y del V cuerpo de ejército), donde enlaza con la 16 brigada del XVIII cuerpo donde antes lo hacía con la XV brigada internacional.

Por el contenido de libros y documentos se sabe que la 1 y 9 brigadas no cambiaron de posición en el frente de su división mientras pudieron sostenerse en sus líneas, esto es, entre el 6 y el 24, periodo en el que, no obstante, hay que anotar el retroceso que supuso la pérdida de la cota 670 el día18, aunque esto no llevara ni a la 9 ni a la 1ª  brigada a salir de la izquierda de la 11 división. Si se busca un conocimiento más detallado acerca de cuál fue el subsector de la 9 brigada durante la batalla encontraremos que los gráficos de situación diaria del Ejército de Maniobra no terminan de aclarar cual fue su situación en todas las fases de la batalla, existiendo en algunos momentos una representación confusa de los subsectores de las brigadas 9 y 1, las cuales debieron interaccionar bastante entre sí a juzgar por los gráficos.
Para el día 9 se muestra a la 9 brigada en la izquierda de la 11 división; la 1ª  está a su derecha, en una posición central, y a su vez, por la derecha de la 1ª  brigada está la 100. La 9 y la 1 están combatiendo con la pretensión de avanzar hacia el puente de Villaviciosa de Odón. La 9 brigada habría perdido el día 7 a su jefe, el mayor de Milicias Pando. Su nuevo comandante es el también mayor de Milicias Montalvo Villares.
El día 10 las tres brigadas de la 11 división ocupan un frente que va ganando en estabilidad a medida que se agota su capacidad ofensiva. La posición de las brigadas es la del día anterior, y solo la 9 brigada parece seguir atacando, hacia el SE.
El gráfico del día 11 muestra la misma situación de subsectores de la víspera, con la diferencia de que dos batallones (1º y 2º)  de la 1ª  brigada están en segunda línea, mientras que el 3º y 4º permanecen en primera línea. El 3º enlaza con la 100 brigada y el 4º con la 9.
La situación representada para el día 13 corresponde a la adopción de la defensiva por parte del V cuerpo de ejército, y aunque hay en marcha varios relevos y reajustes del frente, las posiciones de las brigadas 1 y 9 simplemente no resultan creíbles, ya que estas parecen haber intercambiado sus subsectores. Ahora la 1 está a la izquierda y la 9 en el centro del dispositivo de la división. Esto, o es un error de quien hizo el gráfico, o significa que algún batallón de la brigada 1 reforzó el extremo de la 9. Un intercambio completo de subsectores está descartado, ya que ningún documento habla de él y no tendría lógica.
Para el día 15 la brigada 1 vuelve a estar enlazada a la izquierda de la 100. En el extenso frente de la 11 división no está representada la 9 brigada, ni en la primera línea ni en reserva. Simplemente esto parece  una omisión. La 9 brigada tiene que estar en la izquierda de la primera línea de la división.
Sin información hasta el 17, el plano de ese día vuelve a olvidar representar a la 9 brigada en primera línea o en otro destino (aunque sabemos que está en sus posiciones), el resto, sin cambios. El 17 todavía se tiene la cota 670 del SE de Brunete.
Para el día 18 ya se dibuja el entrante, en el frente de la división de Lister, que representó la pérdida de la cota 670. La 100 brigada conserva todas sus posiciones del entorno de Brunete, y a su izquierda aparecen dos subsectores distintos. El inmediato al pueblo (y central de los tres existentes) carece de unidad identificada (pero sobre él debe estar la 1ª  brigada), y el del extremo izquierdo tiene por titular a la 9 brigada. En una segunda línea justo por detrás de la 9 brigada se representa a fuerzas de la 1ª  brigada, que en ese momento crítico parece tener a sus batallones reorganizándose sobre las nuevas posiciones al N (retaguardia) de la cota 670, de la que han resultado expulsados. Tras la situación creada durante la madrugada del 18, parece que la 9 brigada pudo tener durante ese mismo día la misión de contraatacar por el flanco derecho de la 13 división franquista, a la que no logró expulsar de loma Quemada pero sí obligó a detenerse y desistir de proseguir hacia Brunete, que era la orden que tenía.
      Para el día 19, el trazado del frente de la 11 división y el dibujo de los subsectores permanecen sin cambios respecto al 18, si bien las brigadas 1 y 9 parecen haber intercambiado sus misiones, ya que ahora la 1ª  brigada  está en primera línea y la 9 en segunda, o reserva. Esto querría decir que la 9 brigada pudo ser relevada por la 1ª  tras perderse la cota 670.  Esa es una situación que no está documentada (como tantas otras cosas durante esos momentos de confusión), pero resulta creíble, ya que para el día 20 se menciona a la 9 brigada como fuerza susceptible de ser empleada en un contraataque del XVIII cuerpo de ejército sobre La Mocha, lo que presupone que aquella unidad no está de guarnición en primera línea sino concentrada a su retaguardia como reserva de la 11 división.
      El día 22 la 9 brigada está completa en segunda línea por detrás de la brigada 1. La 9 brigada asegura con su presencia el vital enlace con el XVIII cuerpo de ejército a poca distancia (por el O) del Guadarrama. Por su izquierda se extiende el subsector de la 16 brigada. No habiendo más gráficos de situación de unidades para días posteriores, habrá que imaginar que la 9 brigada permaneció durante el 23 en idéntica situación, esperando ya el relevo de la 14 división, que no llegó a tiempo, viéndose durante el 24 empujada por el durísimo ataque enemigo más allá de Brunete, que se perdió.
Acerca de la tarde del 24, el 25 y el 26, tal vez ya no cabe hablar en la 11 división de subsectores de brigada. Lo mermado de los efectivos y la rápida evolución de los combates y los frentes hacen pensar que los batallones y brigadas conservaron sus cadenas de mando, pero no tuvieron tiempo ni condiciones de desarrollar una ocupación formal y reglada de su frente, el cual, junto a la 14 división usaron más bien como zona de concentración para lanzarse al contraataque sobre Brunete, con el cementerio como punto fuerte de la defensa ante las réplicas enemigas. Por la derecha (O) de las divisiones 11 y 14, no lejos del cementerio, se mantenía el enlace con la 108 brigada que, salvo alguna rectificación menor, retenía sus líneas originales del periodo en que enlazaba con la 100 brigada al O de Brunete. Cuando también esta línea se pierda en la tarde del 25, los supervivientes de la 9 brigada escaparán junto a los de las divisiones 11 y 14 hacia Villanueva de la Cañada, en cuyo frente todavía tendrán que ocupar un espacio a la derecha (O) de la 70 brigada de la 14 división, que guardará la cota 660 de la carretera de Brunete a Villanueva de la Cañada. Durante el 26 el peso de los combates promovido por el enemigo ya no alcanza de lleno a lo que queda de la 11 división, para la que la batalla termina en esa última línea. Con total justicia (y retraso) su relevo de la primera línea será el primero que decida el alto Mando al terminar los combates.



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100 brigada mixta, 11 división.





19/6/37

Informe sobre las brigadas en formación, recogido en la visita de inspección llevada a cabo por el comisario inspector, camarada José Clivert, entre los días 11 al 17 de junio de 1937. (20-PCE)

El batallón-base de la 100 brigada viene de la 1ª brigada de la 11 división, verdadera fuerza de choque del Ejército del Centro. Tiene una formidable moral y disciplina y una mayoritaria militancia comunista y de la JSU, siendo limitadísimo el número de militantes de otras organizaciones. Este batallón base tiene un jefe estable, Luis Rivas Amat, 4 capitanes, 15 tenientes, 31 sargentos, 49 cabos y 351 soldados. Se han incorporado 3 nuevos tenientes, de los cuales uno es médico y otro es de intendencia, y 2.594 reclutas, faltando a 19 de junio todavía algunos por incorporarse. El día 6 de junio se incorpora el batallón-base e inmediatamente se disuelve. De él salen los cuadros de mando de toda la futura brigada mixta. Se ocupan los tres locales asignados. Entre los días 9 y 14 se presenta el grueso de los nuevos reclutas, quienes son inmediatamente encuadrados y uniformados, empezando ahí mismo la intensa instrucción, que en el actual momento (19/6) va bastante avanzada. El Mando y los oficiales hacen bien su trabajo. El comisario es Andrés Ramírez Ortiz, que era antes comisario del batallón base, mientras que los cuatro anteriores delegados de compañía de ese mismo batallón han asumido interinamente los cargos de comisarios de los nuevos batallones de la 100 brigada. Están trabajando muy bien y se pide para todos el nombramiento definitivo. La moral es tan alta en toda la unidad que no se distingue quien es veterano y quien recluta. El trabajo político es muy bueno. Hay prensa propia de la brigada y periodicos murales en los batallones. Se dan clases a los analfabetos. El trabajo de investigación de antecedentes y filiaciones ya está organizado. También están organizados los servicios. Solo faltan médicos y material de sanidad.



10/7/37

Teletipo del jefe del Estado Mayor del Ejército de Maniobra al jefe de la Sección de Información del Ejército del Centro. (259/18-IHCM)

Resumen de noticias hasta las 13 horas del día 10 de julio en el V cuerpo de ejército:

-       11 división: La 9 brigada está combatiendo en dirección al mismo objetivo del día de ayer. La 100 brigada  maniobra para proteger el flanco derecho de la 9 brigada.

-       35 división: La 108 brigada avanza en dirección al cruce de la carretera de Quijorna con la de Alcorcón a Chapinería.

-       46 división: Se instala en las posiciones conquistadas.



Libro “Nuestra guerra”, de Enrique Lister.

La 11 división se pone en marcha a las 22 horas del 5 de julio. Ya durante la segunda mitad de junio había estado situada en la zona de Torrelodones – Villalba – Collado – Moralzarzal – Hoyo de Manzanares, colaborando sus combatientes en las faenas agrícolas a la par que completaban su instrucción. La brigada tenía oficialmente un destino de descanso (de cara a lo que pudiera trascender al espionaje enemigo). Dos días antes, el 3 de julio, se hizo el reconocimiento del frente que se iba a atacar y de los objetivos que se debían alcanzar en la profundidad del campo franquista. Participó Modesto, los jefes las divisiones del V cuerpo de ejército y los jefes de las armas agregadas al mismo.
      El 4 de julio Lister repite el reconocimiento con los jefes de sus tres brigadas y con los de los jefes de las armas agregadas a la 11 división (posiblemente el reconocimiento se hizo desde el vértice Santa Ana). En ese momento el conjunto de estos jefes de armas y brigadas ya conocían bien el terreno aun antes de asomarse a verlo directamente, gracias a los exhaustivos informes aportados por el batallón Especial (se denominaba como “especialidades” a las actividades propias de comandos, tales como infiltraciones, sabotajes, golpes de mano, etc), el cual durante las noches previas entraba en el campo enemigo y observaba sus costumbres y posiciones. La noche en que la 11 división se puso en marcha, los combatientes de este batallón fueron en vanguardia, jalonando el camino para que lo siguieran sin perderse las brigadas que lo recorrían por primera vez. Llegado el momento del avance, las tres brigadas acceden al campo enemigo por el espacio libre existente entre Quijorna y Villanueva de la Cañada. Va en cabeza la 9 brigada a la que sigue la 100 y luego la 1. A unos 500 metros de Brunete la 100 rebasa el pueblo por la derecha del ataque, la 9 brigada lo hace por la izquierda y la 1 queda enfrente, a unos 300 metros de distancia.
A las 6 horas del día 6 de julio dos batallones de la 100 brigada entran en Brunete de revés, en condiciones de absoluta sorpresa para la desprevenida guarnición franquista. A las 7 horas el pueblo estaba tomado. Se hicieron unos 250 prisioneros, entre ellos el jefe del sector con su Estado Mayor, el jefe de la artillería del sector y las dos “marquesitas de Larios”, de 19 y 21 años, que llevadas a Madrid, serían luego intercambiadas por otros prisioneros republicanos.

Lister habla de la captura del jefe del sector, lo cual significaría hablando estrictamente que se habría hecho prisionero en Brunete al jefe de la 71 división franquista, lo que no ocurrió así. Quien sí parece que estaba presente en Brunete era el coronel Abelardo Mancebo, jefe del subsector de Brunete de la citada división, pero incluso este, después de alertar telefónicamente al menos a las guarniciones de su responsabilidad, consiguió salir del pueblo sin ser capturado y llegar hasta sus líneas en la dirección a Chapinería, donde antes de llegar a este pueblo se encontró con la 1ª  bandera del Tercio que venía hacia Quijorna y Brunete en camionetas.

Se capturó también numeroso botín entre el que había tres piezas artilleras antitanque, 20 camiones, armas y munición abundantes. La 100 brigada había entrado en combate por primera vez en ese momento. Su formación había durado tan solo 17 días. Sus mandos y comisarios eran los mandos, soldados y delegados políticos (equivalente a comisario de compañía) del batallón de la 1ª brigada que sirvió de base para la constitución de la 100, todos ellos promovidos, al menos de hecho, a un grado superior al que tenían en el batallón de la 1ª brigada. El jefe de la 100 brigada era Luis Rivas; el jefe del 1er batallón, el capitán Francisco Antolinez (Chiflo); el jefe del 2º batallón, el capitán Gregorio Rubio, el jefe del 3er batallón, el capitán Gregorio Arroyo; y el jefe del 4º batallón, el capitán Hambrona. Los dos batallones de la 100 brigada que no participaron en la toma de Brunete habían continuado hacia Sevilla la Nueva y Navalcarnero, sin encontrar freno a su avance, pero al poco van a quedarse detenidos a unos 3 kilómetros al S de Brunete, delante de Sevilla la Nueva, ya que no hay órdenes claras de proseguir hacia el S por ser la de Villaviciosa de Odón la dirección preferente,  hacia la cual se debía tomar la cabeza de puente sobre el E del río Guadarrama.
Las bajas de la 11 división cuando termina la batalla se acercan al 65 %. En la 100 brigada son bajas durante la batalla 206 jefes, oficiales y comisarios.



24/7/37

Ejército del Centro (franquista). 13 división. 2º brigada. 257 batallón. (27/3-IHCM)

El 257 batallón recibió orden la de iniciar su avance desde su punto de partida, a unos 800 metros (al SO) del pueblo de Brunete, a eso de las 8,40 horas del día 24. El terreno de salida estaba totalmente batido por las ametralladoras republicanas, situadas en Brunete y sus proximidades, de modo que los atacantes tuvieron que ir saliendo de uno en uno, arrastrándose, hasta que dos compañías quedaron situadas en una vaguada próxima al pueblo, un lugar menos batido, donde pudieron reorganizarse. Solo en este paso previo el 257 batallón sufrió un 50 % del total de las bajas de toda la operación.
Situados y reagrupados recibieron orden del jefe de la media brigada, el teniente coronel Molero, de avanzar decididamente con un movimiento envolvente por la derecha del pueblo, al que entran gracias a su empuje y decisión tanto las dos compañías como las fuerzas de ametralladoras que las acompañan. Una de las compañías entra en Brunete por el centro y la otra por la derecha, progresando hasta ocupar las trincheras de la parte N y las situadas a la derecha (E) de la carretera (Brunete a Villanueva de la Cañada), donde se establecen a la espera de órdenes y tratando de reponerse del agotamiento y la sed. La fuerza que entró por el centro de Brunete recibe orden de ocupar tanto el cementerio como el depósito de agua, pero la resistencia republicana, apoyada por tanques que se amparan en las tapias del cementerio, los clava delante de su objetivo, en las últimas casas del pueblo y sobre una trinchera republicana orientada  de N a O.  Frenado este eje de nuestro avance, los tanques republicanos van a por la compañía que estaba en el borde derecho (E) de la carretera, pero esta logra resistir allí durante las 6 horas de hostigamiento al que fue sometida. Nuevas fuerzas del 257 batallón se van situando a la izquierda de Brunete, donde se fortifican cuanto les es posible. Los tanques, más presionados, empiezan a verse obligados a replegarse después de que uno fuera puesto fuera de combate y más tarde incendiado. Durante la noche del 24 al 25 un blindado intentó entrar en el pueblo, pero fue primero inmovilizado por las piezas contra carro, en el límite N, e incendiado luego por los defensores.
El 25 hubo dos ataques de la infantería republicana, apoyada por potentísimo fuego artillero, que fueron rechazados con muchísimas bajas. El cementerio terminó siendo ocupado en la tarde del 25 por fuerzas del 257 batallón, en unión con otras unidades que guarnecían el pueblo. El 257 batallón tomó 34 prisioneros a la entrada del pueblo (seguramente de la 11 división). Hasta el día 27 se han enterrado unos 600 cuerpos (se entiende que de soldados y oficiales republicanos). Se capturaron 4 ambulancias, 4 automóviles, 1 cañón contra carro, 1 tanque aljibe, la documentación completa del Estado Mayor de la 11 división, 1 central telefónica, 43 teléfonos portátiles, 1.500 fusiles, 70 cajas de granadas de mano y otro material.
Se continuó recibiendo fuego artillero durante los días 26 y 27.



Sanidad del Ejército de Maniobra. Relación de bajas de la 100 brigada durante la batalla de Brunete.
(220/15-IHCM

Día / nº de bajas:  6 / 19,   7 / 53,   8 / 23,   9 / 30,   10 / 41,   11 / 47,   12 / 49,   13 / 11,   14 / 27,   15 / 6,  16 / 5,   17 / 7,   18 / 15,   19 / 36,   20 / 20,   21 / 10,   22 / 7,   23 / 2,   24 / 168,   25 / 111,   26 / 117,   27 / 9,  28 / 3,   29 / 1,   30 / 0,   31 / 3.

Total: 820



En los gráficos en los que están representadas las unidades a lo largo de la batalla se encuentra a la 100 brigada en la misma parte del frente desde el primer día hasta el 24. La 100 brigada siempre estuvo por delante de Brunete, al que envolvía desde el S, en menor medida por el O y solo algo por el E. Su frente trazaba una curva cuyo centro era Brunete y su máxima proyección al S estaba sobre la carretera a Sevilla la Nueva, de modo que sostuvo un subsector, no solo expuesto por el centro y por los flancos, sino que además ocupaba un terreno básicamente llano, seco y pelado, ofreciendo (salvo leves ondulaciones en ciertas partes) el único resguardo que pudieran aportar las obras hechas por los combatientes.
Su posición adelantada hacia campo enemigo y la posibilidad de recibir fuego de frente y desde ambos flancos hicieron sin duda del subsector de la 100 brigada uno de los más peligrosos y expuestos de cuantos hubo en los frentes de los dos cuerpos de ejército. Las consecuencias de esta posición repercutían tanto en las posibilidades de supervivencia de los combatientes como a la hora realizar suministros y evacuaciones. Fuera de las posiciones de vanguardia, la unidad tenía al menos un cierto amparo entre los muros de Brunete, pero la densidad del fuego y los bombardeos enemigos en los momentos críticos de cada combate hacían que quizás  fuera más seguro estar en una trinchera que entre edificaciones.
La 100 brigada, pasado el primer momento de la batalla en que la 11 división estuvo sola en vanguardia, tuvo hasta el final a la 35 división por su flanco derecho. Por lo que indican los gráficos, entre el 9 y el 12 la brigada con la que enlazaba fue la XI brigada internacional y desde el 15 en adelante, la 108. Por la inmediata izquierda de la 100 brigada parece que siempre estuvo la 1ª  brigada, y más allá, la 9.
Parecería que los batallones de la 100 brigada estuvieron situados de O a E en el orden 1º, 2º, 3º y 4º. El puesto de mando de la brigada parece haber estado entre el pueblo de Brunete y el cementerio.



24/7/37

Teletipo del general jefe del Ejército de Maniobra al jefe del XVIII cuerpo de ejército. (281/19-IHCM)

Desde las 6,30 hasta las 7,15 horas la aviación enemiga ha bombardeado intensamente Brunete y el frente de su entorno, haciéndose a continuación una gran preparación artillera que incluía fuego rasante sobre los frentes de las divisiones 11, 35 y 46. A las 8,35 horas dio comienzo el ataque a cargo de la infantería enemiga contra la 46 división, con fuerzas de cuatro o cinco batallones. A las 10,25 horas comunica el V cuerpo de ejército, aunque sin poder confirmarlo, que el cementerio de Brunete sigue en nuestro poder, habiéndose retirado dos compañías nuestras situadas al O de Brunete ante el peligro de envolvimiento que corrían si permanecían en sus posiciones. El enemigo ocupa a esa misma hora (al menos) la parte E del pueblo.



30/8/37

Fragmento del diario personal del soldado del ejército franquista JBB, que entró con su unidad en el pueblo de Brunete a finales de agosto de 1937.

“Pasando por Móstoles llegamos a Navalcarnero, donde nos detuvimos un momentillo y al instante seguimos un nuevo camino a Brunete. Era muy de mañana y el frescor de esta solo se dejaba de sentir por lo repletos que venían los camiones. Todos sentíamos impaciencia por llegar al célebre sitio donde ha pocos días se desarrollaron las más duras y sangrientas batallas de esta lucha. Próximamente a las 5 de la mañana del dicho día 25 llegamos a esta residencia. Apenas se veía, y parando los coches a la entrada del pueblo cada cual bajaba sus utensilios que colocaba poco después en las casas destinadas para alojamiento hasta que aclaró algo la aurora. Muchos a poco dormían mal tendidos sobre el suelo y la manta rendidos de cansancio y sueño, otros, más curiosos, marchamos a inspeccionar el pueblo donde por nuestros propios ojos presenciamos las más horrendas y fenomenales huellas de la guerra. De un pueblo que por los restos de fachadas se veía que era rico, solo quedaban en pie esas muestras de sus fachadas descarnadas y los muros interiores que, tambaleando y ennegrecidos por el humo de sus incendios, se sostienen apoyados por los escombros de sus pisos y tejados.
Un olor corrupto invade la atmósfera de todo su contorno, solo quedan contadas casas al sur del pueblo que se han salvado del incendio, aunque en ellas se ven huellas de la metralla y agujeros del cañón. Verdaderamente es una desolación, y el alma se anega en una congoja que asfixia el pensamiento, la crueldad de la guerra. Nos cuenta uno de los que más de cerca vivieron estas pasadas luchas, los rojos, en una maniobra llena de gentes y elementos guerreros, atacaron por sorpresa este sector, en él solo había contadas fuerzas y algunos de Falange que enseguida los arrollaron y, rodeando el pueblo, sin apenas darse este cuenta, quedó rodeado, pudiendo escapar contadas personas. Sin detallar las escenas que en este corto tiempo de su dominación ocurrieron, pasaré a lo que nuestros ojos contemplaban en esos momentos.
El desastre material del pueblo de donde tuvieron que salir los rojos a fuerza de metralla arrojada por los cañones y aviación, por lo que se veían casas en donde en su centro había un enorme hoyo, solo comparable a la explosión de una mina y todo su alrededor inundado por el resto de ella demolido por la metralla. Este era su aspecto general, en donde se adivinaba por su mal olor lo que podía haber bajo sus techos completamente molidos. Con esta honda impresión y sin ver un solo paisano en el pueblo, salimos a las afueras, donde el panorama era más desolador si cabe. Sus eras casi llenas de mieses estaban solas, muertas y sin las manos que laboriosamente las cuidaban. Estaban surcadas de cortas trincheras. Paso a paso se veían, unas como si todavía olieran a pólvora, otras, tapadas con la misma tierra que de ellas sacaran, cubriendo algunos cuerpos corruptos y todo el suelo estaba cubierto de prendas de milicianos; pantalones, gorras, latas, alpargatas, y sobre todo de gasas y algodones, por lo que se veía la enorme cantidad de heridos que por este suelo pasaría. Saliendo de estas proximidades, nos dicen que en el cementerio se hicieron fuertes los rojos, y parapetándose en él se desarrolló lo más duro de la lucha. A él nos dirigimos, aunque nos obstaculizaba la marcha la gran cantidad de fosos producidos por las bombas de aviación y la multitud de bombas de mano que por el suelo había esparcidas. Nuestra impresión no nos dejaba expansionar nuestras ideas, cohibiendo nuestras palabras, que solo se alteraban al comentar la enormidad de propaganda que los rojos habían dejado a su paso, en la que exageradamente formaban grandes castillos de naipes, derribados estrepitosamente a su regreso por nuestras bayonetas.
Siguiendo nuestro tortuoso camino, interrumpido a cada paso por nuestra curiosidad hacia todos los objetos que se nos interponían, llegamos al cementerio, cuya entrada, siendo su parte principal la capilla, solo se notaba por su bóveda característica, pues el altar y todo lo propio de ella estaba quemado y hasta agujereado por el cañón. Dentro, algunos parapetos hechos de los rojos, cuyos vestigios estaban disimulados por la caridad de los nuestros, que más tarde los arreglaron y limpiaron por respeto a este lugar. A las afueras estaba todo repleto de parapetos en donde aparecían infinidad de latas de conserva entremezcladas a enormidad de gasas, algodones, etc., y hasta se veían camillas rojas estropeadas violentamente. Seguimos estas trincheras en dirección E, viéndose en ellas gran cantidad de carnets rojos, cartillas rotas y cartas que, curiosamente, nos deteníamos a leerlas. También, a pesar de que por todos sitios había andado el servicio de recuperación, se veían gran cantidad de cartucheras y munición. Igualmente se veían periódicos rojos y trincheras cubiertas con tierra guardando los cuerpos de los muertos abandonados por el enemigo. Así, dimos una vuelta por los alrededores del pueblo hasta entrar en él profundamente emocionados. La mayoría de compañeros seguían durmiendo tirados en el suelo y nosotros, mirándonos los unos a los otros, nos desengañábamos de que no había sido un sueño lo que acabábamos de contemplar sino desgraciada realidad.
No obstante los que habíamos querido ver, el cansancio y el sueño después de nuestra excursión, llegamos a sentarnos, rindiéndonos más tarde a nuestro enemigo, tirándonos al suelo hasta que más tarde nos despertaron para tomar el café.
Como variaba poco de lo trágico lo visible en este pueblo, así pasamos el día hasta que por la noche nos llevaron a las trincheras que había situadas a un kilómetro del cementerio, aproximadamente. Aquí se pasaba bien, visto como vida en trincheras, pues el enemigo se encontraba a larga distancia, por lo que no había que guardarse de su visibilidad, por lo demás, el agua se encontraba a gran distancia, la comida tenía mal acceso y el sol abrasador de agosto solo se obstaculizaba en las pobres encinas que había a nuestro alrededor. Así y todo, no faltaba distracción de vez en cuando, haciendo nuestras curiosas excursiones, unas veces a las viñas, otras ante nuestras avanzadillas, donde se hacía curiosa un gran rato por la múltiple variedad de casos que se presentaban a nuestra vista.
Así pasamos hasta el 27 por la noche, en la que cogimos nuestra manta, macuto, correajes y armamento, y con la música a otra parte, entre viñedos, campos de trigo y olivares marchamos hasta una nueva posición frente a Villanueva del Pardillo...”




Ir al artículo de Mike Blacksmith sobre la batalla de Brunete en la 100 brigada, en el siguiente enlace: SENDAS DE FUEGO (BRUNETE) 

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