XI brigada internacional, 35 división.
Por datos encontrados en
fuentes diversas se sabe que la XI brigada internacional se formó a partir del
22 de octubre de 1936 con la vista puesta en los inminentes combates por la
defensa de Madrid. El 31 de marzo de 1937 asume el mando de la brigada Richard
Staimler, quien sustituye en ese puesto a Hans Khale. En el momento de su
formación, los batallones de la XI brigada internacional eran: Thaelman,
Commune de Paris, Edgar André y Asturias Heredia, este último de españoles. En
la batalla de Brunete constituirán la XI brigada internacional los batallones:
-
Thaelman. Jefe, George Elsner.
- Edgar
André. Jefe, Gustav Kern (alemán).
- Hans
Beimler. Jefe, Heinz Schramm (alemán, comunista); comisario, Ernst Braun (alemán,
socialista)
- 12
de Febrero. Jefe, Émil Reuter (austríaco, comunista).
Al iniciarse la ofensiva de
julio, el jefe de la brigada sigue siendo Richard Steimler, el comisario es
Heirich Rau, el jefe de Estado Mayor es Ludwig Renn y el jefe de su Sección de
Operaciones, Franz Raab.
José Martínez López,
testimonio legado en “Brunete en la XI brigada internacional, 35 división”.
(3-PCE)
A fin de venir al frente de
Madrid nuevamente, la XI brigada internacional es relevada a mediados de junio
del frente que ocupa en la zona de Brihuega, quedando a partir de ese momento
en situación de reserva del Ejército del Centro (el día 4 de julio el puesto
de mando de la XI brigada internacional se encuentra en el pueblo de Torija, la
unidad está allí de paso hacia Manzanares de la Sierra (el Real), donde se
establecerá al día siguiente). Entre finales de junio y el 2 de
julio la XI brigada se trasladó a El Escorial, para ser agregada a la 35
división con vistas a la inminente ofensiva que planea el Mando republicano. Iniciada
la batalla de Brunete, el 3er día de operaciones (8 de julio) dos batallones de la XI
brigada se desplazan hacia el frente para participar en la toma del cementerio
de Quijorna, posición sobre la que, a diferencia de lo ocurrido en los asaltos
al pueblo, aún no se habían empleado tanques. El día 9, Walter, jefe de la 35
división, dirige el asalto final al cementerio, que se consigue tomar (en esta ocasión) con pocas bajas
propias. Una vez finalizada la batalla de Brunete, la XI brigada será acantonada
en Villalba y Collado Villalba, donde pasará dos semanas descansando y
reorganizándose para salir al término de este periodo, junto con la 32 brigada,
hacia el frente de Aragón, destino para el que ambas unidades de la 35 división
(en el periodo de Brunete) embarcan
en ferrocarril en Tembleque y Villacañas.
Ludwig Renn. Apuntes para su libro “La guerra española”. (8-PCE)
Desde el día 7 de julio, el lugar
donde se aloja el Estado Mayor de la XI brigada internacional, que era mitad
choza y mitad tienda de campaña, estaba situado a un lado de la carretera de
Brunete a Villanueva de la Cañada, cerca del cementerio de Brunete. Desde las
11 horas de ese día los batallones Edgar André y Thaelman (el 3º de la brigada) han sido agregados a la 11 división de Lister.
Walter recorre, en torno a las 16 horas, las posiciones de la XI brigada
internacional, acompañado por su jefe de Estado Mayor, Ludwig Renn, y ya prevé
a esa hora que la 35 división tendrá que auxiliar a la 46 ante Quijorna. Esa
tarde, las posiciones de la XI brigada son bombardeadas por aviones alemanes
Junkers 52. A lo largo de su primer día de combate la XI brigada tiene 14
muertos y tres heridos. En la noche del 7 al 8, otro batallón, el “Austríaco” (o 12 de Febrero) entra en primera línea junto a las unidades de Lister,
quedando bajo su mando, como los anteriores dos batallones de la XI brigada que
lo precedieron. De esta forma, solo el batallón Hans Beimler queda bajo el
mando directo de Steimler, no en vano la 35 división es reserva del V cuerpo de
ejército. El día 8 de julio comienza con bombardeos aéreos y artilleros
enemigos sobre Brunete. Hacia medio día la “Gloriosa” (la aviación republicana)
despeja el cielo. A primera hora de la tarde del 8 recibe la XI brigada la
orden de sumarse a las fuerzas que están intentando la toma de Quijiorna desde
hace dos días. Walter se reúne con su jefe de Estado Mayor, Ludwig Renn en lo
alto de una loma entre Brunete y Quijorna, para organizar la intervención de la
XI en el ataque. Se dispondrá del apoyo de 5 tanques para el asalto. Sobre las
20 horas, el batallón Beimler, junto a la columna de 5 tanques recién llegados,
se pone en marcha y se sitúa al poco a distancia de asalto junto con otras
fuerzas de la 46 división. Los muros blancos del cementerio que amparan a los
defensores se ven a poca distancia.
Respecto a los 5 tanques mencionados, casi
seguramente se trata de los mismos que poco después, el día 10, serán
reclamados por el V cuerpo de ejército en términos bastante duros, para ser
restituidos a Lister. Esto hace pensar que, ante el retraso en la caída de
Quijorna, Modesto tuvo que privar a la 11 división de parte de sus tanques para
apoyar a la 46, que teóricamente tenía ya los “suyos”.
Declina el día 8 cuando los
tanques avanzan, el batallón Beimler sale a campo abierto cuando aquellos ya
están próximos al cementerio. Cinco ametralladoras pesadas apoyan el asalto que
comienza en torno a las 20,15 horas de manera prometedora, pero seguramente,
por no lograrse el éxito con el primer impulso, por la proximidad de la
oscuridad que desaconseja que los tanques sigan operando, estos retornan a su
base. El batallón Beimler también tiene que retirarse a pasar la noche sobre
sus líneas de partida. En el asalto que quedó inconcluso tuvo algunos heridos,
y al menos la importante baja mortal de Gustav Kern (aquí estaríamos ante
una contradicción, ya que Gustav Kern es señalado como jefe del batallón Edgar
André y no del Hans Beimler). Ludwig Renn junto a su ayudante y traductor,
español, tienen que regresar a su puesto de mando a pie, recorriendo un buen
trecho (se carece de coches y la presencia de Renn en la brigada seguramente
resulta imprescindible para preparar las acciones del 9. Caminan hasta
Brunete).
Despunta el día 9 y el batallón 12 de
Febrero (o Austríaco) sale de la dependencia de Lister para volver a
ponerse bajo el mando de la XI brigada internacional. Se sitúa junto al
batallón Beimler, al S de Quijorna. La aviación republicana precede el nuevo
ataque que, realizado con buena coordinación entre las armas agregadas y la
infantería, consigue rápidamente su objetivo. Quijorna y el cementerio son
republicanos en torno a las 10 horas del día 9. Esta última posición la han
tomado los dos batallones de la XI brigada. Según el informe que su enlace lleva
a Ludwig Renn, hay una gran cantidad de muertos marroquíes. Estos se refugiaban
en las tumbas, abiertas por ellos para escapar del fuego republicano. Los dos
batallones de la XI brigada se mueven al E tras quedar controlada Quijorna; van
a ocupar posiciones a la derecha de Brunete. También avanzan las fuerzas de la
46 división hacia el S, sin encontrar inmediata resistencia.
Resuelta la situación de freno al avance generado por la
resistencia de Quijorna, el V cuerpo de ejército puede ahora retomar la acción
ofensiva, que en la zona asignada a la 46 división debe ocupar el tercer
objetivo señalado como fundamental en las órdenes del Ejército de Maniobra, el
cruce de carreteras existente 3 kilómetros al S del pueblo.
Los batallones de la XI brigada
internacional ocupan posiciones al O de Brunete, mientras que la 10 brigada de la 46 división recorre unos
2 kilómetros hacia el S, donde establece y consolida posiciones, sobre las
alturas al N del curso medio del arroyo de Los Morales, que se consideran óptimas
para garantizar la defensa hacia el SO del dispositivo del V cuerpo de
ejército. Solo falta dar un salto más para dejar el cruce de carreteras dentro
del campo propio. Entonces los republicanos comprobarán inmediatamente que han
perdido un tiempo precioso en reducir las resistencias de Quijorna y Los
Llanos, y es que en ese sector del frente donde ahora enlazan de forma
incipiente las divisiones 35 y 46 ya se tiene enfrente desde el primer día a la
1ª bandera de La Legión, a la que se le
han ido sumando otras fuerzas por sus dos flancos. La ocupación del cruce de
las carreteras ya no se puede conseguir con solo ordenar a las fuerzas que
avancen. Desde ese momento se impone un duro combate para ganar cada nuevo
metro de terreno al enemigo, y este ahora no solo no está cercado y debilitado,
sino que se refuerza continuamente y tiene toda la libertad de movimientos que
le permiten las vías abiertas de su amplia retaguardia. Son ahora los
republicanos los que empiezan tener la sensación de estar metidos en una bolsa.
Durante el atardecer del 9
llega a la XI brigada la orden, de la 35 división, de que la 108 brigada
atacará hacia el S el día 10 y que la XI brigada será su reserva, pero entonces
Steimler no tiene ninguno de los cuatro batallones que la componen bajo su
mando efectivo, por estar dos de ellos a las órdenes de Lister y los otros dos
agregados tácticamente a la 46 división. Pasada la medianoche del 9 al 10 se
cursan órdenes para que el batallón Beimler y el 12 de Febrero (los dos que estaban con la 46
división) vuelvan a
estar a disposición de la XI brigada para comenzar las operaciones del nuevo
día. Llegado el día 10, el Beimler y medio batallón Austriaco ocupan sus
posiciones de ataque, mientras que el resto de la XI brigada internacional, dos
batallones y dos compañías, permanecen sobre las del día anterior.
La
108 brigada llevará el peso principal del ataque, pero se ha desplegado de
manera deficiente y sin dejar reservas propias disponibles. Su artillería de
acompañamiento tarda en situarse y entre su personal se nota la falta de
preparación técnica, llegando alguna batería a pretender ocupar posiciones de
tiro directo (esto
vendría a significar que buscaban tener vista directa sobre los objetivos a
batir, lo que implica que a su vez también ellos eran vistos por el enemigo,
algo no permitido en la guerra moderna por lo que esto supone de riesgo de
resultar inmediatamente contrabatidos por la artillería contraria). En la XI brigada, el capitán Louis, jefe de la
compañía de exploradores, plantea a Ludwig Renn que existen serias dudas sobre
la lealtad del teniente coronel Espinós, jefe de la 108 brigada, ante lo cual
la XI brigada envía un enlace al Estado Mayor de la 108, el teniente Bravo (con la misión de prevenir o informar
sobre cualquier orden sospechosa que dicte el Mando de la brigada 108).
El
ataque de las unidades de la 35 división se produce a las 15,30 horas (del día 10), después de una preparación artillera que dio comienzo a las 14 horas.
Según el testimonio de Renn este ataque es mal efectuado, o incluso resulta
simplemente inexistente por parte de la 108 brigada. Por el contrario, el
batallón Austriaco sí adelanta sus posiciones, pero ante la falta de apoyo de
las otras unidades queda detenido en medio de una vaguada por efecto del fuego
cruzado enemigo. Será la entrada en combate de 5 tanques lo que saque de la
encerrona a los internacionales (a
las 20 horas) quienes después de pasar
horas tendidos en espera de este auxilio, aún se sumarán al asalto de las
posiciones enemigas que encabezan los tanques. Renn se enorgullece de que el
jefe del 12 de Febrero sí entiende el comportamiento táctico que la infantería
debe mostrar cuando combate junto a los tanques. En este asalto, que en el caso
de permitir avances, no parece que fueran muy notables, los republicanos
pierden uno de los tanques y tienen otros dos alcanzados por las piezas
artilleras franquistas. Ante tales pruebas de su vulnerabilidad, los carros
finalmente retroceden, así como la infantería que los secundaba. Hay tanquistas
heridos, también internacionales austriacos, pero el batallón se ha comportado
bien, demostrando valor y un grado alto de instrucción. Su jefe, un vienés (Émil Reuter), es felicitado por Renn. La XI
brigada internacional acaba el día 10 con un batallón y medio desplegado en la
primera línea de un sector de frente estrecho, flanqueado por la derecha por la
10 brigada de la 46 división y por la
108 brigada de su propia división a su izquierda.
Tal como ordena la orden general nº 8 del V cuerpo de
ejército, del día 11, se adopta una actitud defensiva para todo el V cuerpo y
en consecuencia se crea un sector (defensivo) para cada división. Los
batallones de la XI brigada internacional seguramente se reagruparon en un
subsector de frente común a todos y bajo el mando de su propio jefe; es decir,
que los batallones Thaelman y Edgar André, que circunstancialmente habían
estado bajo mando de Lister, quedan reintegrados dentro del subsector de la XI
brigada, y a su vez dentro del sector de la 35 división. Desde el día 11
volvieron a tener a Staimler como jefe efectivo y no solo orgánico.
En los gráficos donde se
representan las posiciones de las unidades a lo largo de la batalla, en el
correspondiente al día 13 se dibuja a las tres brigadas de la 35 división “en
movimiento” (representación gráfica de la nueva organización dispuesta en la
orden general nº 8, que no necesariamente implicaba desplazamientos en todos
los casos). Según este gráfico, las tres brigadas de la 35 división están en situación próxima a la retaguardia de la
primera línea, entre las 11 y 46 divisiones. A partir del momento en que la XI
brigada reagrupa y recupera sus batallones, todos los gráficos de situación
representarán a esta brigada en el flanco derecho de la 35 división, enlazando
con la 10 brigada de la 46 división por su derecha y con la 108 brigada por la
izquierda. La 32 brigada sería reserva de la 35
división.
Sobre esas posiciones
pasará la semana del 11 al 16 con todo el V cuerpo de ejército empeñado en
mejorar sus defensas, endureciendo su frente para asegurar cada palmo del
terreno conquistado. Cualquier ataque que emprendan los republicanos en el V
cuerpo tendrá ya solo carácter local y limitado. El 17, las fuerzas bajo mando
de la XI brigada internacional atacan según esta premisa.* (Ver testimonio al principio de la
parte correspondiente al día 18).
El 18, la XI brigada internacional y el resto
de unidades del V cuerpo de ejército soportarán la primera jornada de la
contraofensiva franquista, que a pesar de su dureza solo conseguirá arrebatarle
al frente republicano “una posición avanzada, por la derecha”.
Si fue por la
derecha de la XI brigada se trataría del vértice Perales, que estaba en
manos de la 10 brigada de la 46 división, hasta que esta lo perdió el día 19
frente a la 150 división franquista. De haber un error en el texto de L. Renn,
y la pérdida, en vez de ser por la derecha hubiera sido por la izquierda de la
XI brigada, hablaríamos de la cota 670, perdida el día 18 por la 9 brigada de
la 11 división. En cualquier caso, en la primera contraofensiva franquista se
pierden por parte del V cuerpo de ejército dos cerros o posiciones avanzadas y
no solo una.
Por esos días, el puesto
de mando de la brigada estaba entre olivos, en una colina, detrás de la cual
existía un bosquecillo, al que se accedía por una pista o camino. En torno al
día 20, Ludwig Renn asume la jefatura de la XI brigada internacional por
enfermedad de quien fuera su jefe hasta ese momento, Richard Staimler. Durante la noche del 23 al 24 la 46 división es
relevada por la 39, mandada por Durán (desde el día 16/8 cambiará su
anterior número por el 47). Desde ese momento la 69 brigada de la 39 división
se coloca inmediatamente a la derecha de la XI brigada, ocupando la situación
que hasta entonces tenía la 10 brigada.
El 24, desde las posiciones de la XI
brigada se observa claramente la evolución de las operaciones lanzadas por la
13 división franquista en lo que supone el inicio de su segundo ciclo de
contraofensivas (con
impotencia y rabia los combatientes de la 35 división entera pueden ver desde
sus trincheras el avance enemigo sobre Brunete e intuir lo que está pasando en
el frente más allá a la izquierda de este pueblo, a la vez que deben rechazar
los ataques que también reciben en su propio subsector). En estas circunstancias, en un día tan crítico, el
escritor noruego Nordahl Grieg (que
participaba en el Congreso de Escritores Antifascistas que se celebraba en la
España republicana y que durante la II Guerra Mundial, en 1943, moriría
luchando contra la invasión nazi de su país), visita el puesto de mando de
la XI brigada internacional, exponiéndose a los bombardeos y disparos igual que
cualquier otro combatiente. Por su
propia seguridad no se le autoriza a acercarse a la primera línea, donde quiere
ir para confraternizar con sus compatriotas noruegos y, en general,
escandinavos que luchan en la XI brigada internacional, pero él irá a pesar de
la prohibición.
La prohibición sería la de estar en los lugares de mayor
peligro, pero no la de rondar la zona de frente. Existe una foto donde se ve a
Ludwig Renn con Nordahl Grieg y Gerda Grepp, ambos noruegos, en un lugar que
perfectamente podría ser el campo de batalla de Brunete en la zona de este
pueblo o de Quijorna. Por su parte, el general Walter, jefe de la 35 división,
permitía que la fotógrafa alemana Gerda Taro se moviera con libertad por las
líneas republicanas, al menos en la retaguardia inmediata a la línea de fuego,
lo que permitió que Gerda nos dejara un impresionante testimonio fotográfico antes
de morir al resultar mortalmente herida el día 25 cerca de Villanueva de la
Cañada.
El Mando de la XI brigada
informa regularmente (cada hora) de la evolución de la situación en torno a
Brunete y de la suya propia a la 35 división por medio de un motorista o de un
jinete. Los enlaces los organiza el capitán Louis, mientras que las cuestiones
en torno a los combatientes españoles de la brigada las coordina A. Poveda.
Sobre las 16 horas verán a los de Lister retirarse definitivamente de Brunete
en medio de intensos tiroteos y bombardeos aéreos y artilleros. También ven
replegarse a la 108 brigada.
En esta unidad, que enlaza con la derecha de Lister, el
repliegue es forzado principalmente por la necesidad de no dejar expuesto su
flanco izquierdo al retroceder la 11 división y no tanto por el fuego enemigo,
que alcanza a todos pero se concentra preferentemente sobre Brunete y el
cementerio. Por parte de la XI brigada internacional, el batallón que enlaza
con la derecha de la 108 brigada es el Thaelman.
A las 18,30 horas del 24
la XI brigada internacional es bombardeada por la aviación. 18 bombas caen
sobre el entorno del puesto de mando y el comisario resulta herido leve. El
Mando de la 35 división felicitará a la brigada por su serenidad y comportamiento
en la defensa de su subsector.
A lo largo de la mañana del 24 las malas noticias surgen
de todos los sectores de frente que van desde Brunete a la casa de Las
Barrancas. Se han perdido tanto este pueblo como la cabeza de puente del XVIII
cuerpo de ejército al E del Guadarrama. En esta coyuntura tan adversa, el Mando
de la XI brigada ve con mucha preocupación cómo su unidad es la primera desde
la izquierda que está pudiendo conservar
íntegras sus líneas en una amplia zona de frente. El Ejército de Maniobra
necesita y cuida a la unidades que conservan la moral de combate y la fuerza en
un grado tan alto como lo hace la XI brigada internacional y en general toda la
35 división.
El día 25 de julio amanece
con combates ante Brunete. En contraste, el frente de la XI brigada está
tranquilo. A las 9,30 horas retroceden las brigadas 100 y 32, además de parte
de la 108. Cerca de las 16 horas se produce un nuevo bombardeo masivo de la
aviación nazi sobre todo el sector de Brunete. A la izquierda del batallón Thaelman,
todo el sector retrocede o se hunde. Entonces el Mando de la XI brigada ordena,
forzado por las circunstancias, un repliegue preventivo de sus líneas y de los
asentamientos de su artillería.
No se hace el repliegue de la XI brigada como resultado de
un ataque enemigo directo, sino para no quedar con su flanco izquierdo
peligrosamente expuesto a una acción envolvente, dado el previsible avance
franquista sobre el N de Brunete, donde se está perdiendo el cementerio
alrededor de las 16 horas. Retrasar las
líneas propias seguramente supuso abandonar cualquier posición avanzada que se
pudiera tener al S del arroyo de Los Morales, sobre todo en la zona de su
cabecera, la más cercana a Brunete. El cruce de la carretera de Quijorna con la
que va de Brunete a Chapinería quedará más lejos aún a partir de entonces, pero
eso ya importa poco. Los días de ímpetu ofensivo han quedado atrás y ahora se
trata de evitar un colapso o derrumbe del frente propio.
El 26, la 108 brigada está sin su jefe y la 32 está en dificultades.
La división Durán, firme en sus nuevas posiciones (que son las heredadas de la 46
división, sin cambios). El batallón Austriaco
es el situado más a la derecha de la XI brigada, en contacto con la 69 brigada
de aquella división. La XI brigada se pega entonces al terreno en su nueva
línea mientras Cipriano Mera trata de poner orden, en medio de la confusión
general que vive su sector. La situación es crítica por la inconsistencia de
las líneas, pero aún así, los franquistas no atacan.
Ludwig
Renn, llamado “Luwirén” por los españoles, recibe de primera mano la
información de que combatientes alemanes del Thaelman han ajusticiado al
teniente coronel Espinós, jefe de la 108 brigada, por incitar a la retirada a
los combatientes españoles de la XI brigada. El Mando de la brigada da la cara
por tal actuación (aquí
estaríamos ante otra contradicción en lo referente a la muerte del teniente
coronel Espinós, quien vivo o muerto ya no era el jefe de la 108 brigada desde
que el día 12 de julio asumiera ese mando el teniente coronel Mariano Tomás
Lozano). A mediodía las posiciones del Thaelman son bombardeadas por la
artillería franquista. Llegada la tarde se aprecia una sensible reconstrucción
del frente a la izquierda de la XI brigada. Hacia Villanueva de la Cañada
avanza tropa, camiones y un buen número de tanques. Mera ha parado la
desbandada y mantiene su nuevo frente más al S de Villanueva de la Cañada.
Delante del batallón Austriaco los exploradores determinan que existen unos dos
kilómetros sin presencia de enemigo. Entre la división Mera y el batallón
Thaelman, el frente recupera consistencia, pero al mismo tiempo existe una
acusada debilidad de la defensa en el sector de la 35 división, que está de
todas formas tranquilo, sin enemigo visible en sus proximidades.
No explica el motivo de esta acusada debilidad defensiva,
pero es lo más probable que, al retirarse desordenadamente las fuerzas de la 11
y 14 divisiones, en medio de la confusa situación creada, buena parte de la 35
se concentrara cerca del sector crítico, el izquierdo, por ser el más amenazado. Al mismo
tiempo, aún se está ocupando la nueva
línea defensiva después de haberse replegado las 108 y XI brigadas de sus posiciones
para evitar quedar expuestas al envolvimiento por la izquierda, cuando se
pierde Brunete y luego el cementerio.
Al E del batallón
Austriaco (el más a la
derecha de la XI brigada) existen unos 4 kilómetros descubiertos que vigilan
sus grupos de protección en espera de que entren en línea las fuerzas que sigan
disponibles de las brigadas 108 y 32. Este refuerzo va llegando y el frente de
la 35 división vuelve a tener condiciones de ser consistente, lo mismo que el
de todo el del Ejército de Maniobra, al acabar el 26. El día 28 de julio la XI
brigada internacional sale del frente para dirigirse a Villalba.
18/7/37
* Testimonio personal
de Robert Weinand, comisario del batallón Thaelman en la batalla de Brunete.
Documento obtenido del
Bundesarchiv (Berlín) y traducido al inglés por Dr. Frank Hirschinger.
XI brigada internacional –
3er batallón:
Número de efectivos, 552,
número de combatientes implicados en la acción, 492. Los números reales son
imprecisos. Los muertos, heridos y desaparecidos no han podido ser contados aún
de una manera fiable, porque varios jefes de grupos y compañías están también
muertos o heridos. Mañana se tendrá una información más precisa.
El
ataque de ayer prueba que la moral combativa del batallón no está tan baja. A
pesar del denso fuego que recibieron, los camaradas se acercaron hasta unos 60
metros de las trincheras enemigas, desde donde luego se tuvieron que replegar
por quedarse sin apenas municiones. Ayer por la mañana existía cierta depresión
entre las fuerzas porque esta acción no había tenido éxito. Entre los
combatientes internacionales, e incluso entre los españoles, hubo preocupantes
discusiones acerca del comportamiento de los mandos del batallón y la brigada.
Todos se quejaban de que no hubiera existido preparación artillera y de que el
ataque se emprendiera ya con luz de día. Llegada la tarde el humor de la gente
había mejorado. Hubo una reunión de comisarios políticos para superar los
motivos de discusión aparecidos entre las fuerzas y mejorar su estado de ánimo
con charlas y reuniones políticas y con actos de fortalecimiento de la camaradería,
especialmente dirigidos hacia los que se seguían incorporando entonces al
batallón. Esta tarde retomaremos las tareas relacionadas con la propaganda, las
cuales se interrumpieron para efectuar el ataque. El estado de ánimo y la moral
son buenos, pero no resultaría conveniente realizar nuevos ataques al frente
enemigo hoy o mañana. Algunos brigadistas están cansados y piden poder servir
en segunda línea al menos por un tiempo.
Comisario Delegado de
Guerra. Informe sobre actuación y situación de las BBII, del 11/8/37. (15-PCE)
En general, durante las
pasadas operaciones se han podido comprobar en el conjunto de las Brigadas
Internacionales magníficos ejemplos de combatividad y heroísmo, sobre todo si
se tienen en cuenta las condiciones físicas excepcionales en las que se
encontraban los combatientes de algunas brigadas, después de siete u ocho meses
de luchas sin interrupción, que habían sostenido sin disfrutar de ni un solo
día de descanso.
En
todas las Brigadas Internacionales, antes de las operaciones y después de
estas, el número de enfermos por causa del agotamiento ha sido muy elevado, hay
que tener en cuenta que existen en estas unidades muchos hombres que desde el
principio de la guerra, desde hace 8 o 10 meses, están en España y han ido a
casi todos los frentes, han participado en todas las batallas duras y han visto
desaparecer a casi todos sus camaradas de los primeros días. Se encuentran
físicamente agotados por falta de descanso. Los hay que han sido heridos 3 y 4
veces y han vuelto siempre a la primera línea de combate. Piden ahora, después
de tantos combates y sacrificios, poder al menos gozar de un permiso para poder
ver a sus familias y solucionar algunos asuntos personales que han podido
surgir en su ausencia. La misma reivindicación la plantean los españoles de
esas mismas Brigadas Internacionales, quienes también se han portado de manera
magnífica, demostrando estar completamente fusionados con los elementos
internacionales, constituyendo un solo bloque, que es el núcleo dirigente y de
choque de cada brigada.
Se
evalúa a la XI brigada internacional como una de las que mejor resistieron las
contraofensivas franquistas durante la batalla de Brunete. Esta unidad había
recibido durante la víspera de la ofensiva un batallón de la 108 brigada como
refuerzo. Entre los soldados de ese batallón se ha podido descubrir la
presencia de elementos falangistas que hacían un trabajo derrotista y de
desmoralización sobre otros combatientes de la unidad.
Dentro
de una reorganización general de las Brigadas Internacionales que se propone al
poco de concluir la batalla de Brunete, la XI debe quedar como una unidad de
lengua española – alemana, en la que habría combatientes españoles, alemanes,
austriacos, suizos, holandeses y escandinavos.
Sanidad del Ejército de
Maniobra. Bajas habidas en la XI brigada internacional durante la batalla de
Brunete. (220/15-IHCM)
Día / nº bajas: 6 / 3,
7 / 47, 8 / 61, 9 / 40,
10 / 28, 11 / 57, 12 / 3,
13 / 13, 14 / 27, 15 / 6,
16 / 12, 17 / 6, 18 / 139,
19 / 14, 20 / 28, 21 / 28,
22 / 10, 23 / 4, 24 / 56,
25 / 29, 26 / 15, 27 / 35,
28 / 8, 29 / 2, 30 / 3,
31 / 3.
Total bajas: 633
La XI
brigada internacional, antes de las operaciones ofensivas emprendidas en julio
de 1937, pertenecía a la 14 división, mandada por Cipriano Mera y establecida
en el frente de Guadalajara. En ese sector, la XI brigada había relevado desde
el 24 de mayo a la 70 brigada, permaneciendo allí hasta el día 1 de julio,
fecha en que a su vez es relevada por la 136 brigada. Entonces la XI brigada
abandona la 14 división para incorporarse a la 35 división, mandada por Walter
y formada por las brigadas XI, 32 y 108. En ese momento la XI brigada tiene por
comandante a Richard Staimler, quien había sustituido a Hans Khale. El
comisario es Heinrich Rau, y los jefes de Estado Mayor, Ludwig Renn (que sería
jefe de la brigada desde el día 20), y Gustav Szinda. Todos eran de
nacionalidad alemana.
Después de haber reorganizado sus
unidades originales, la XI brigada internacional encuadra para la ofensiva de julio a los batallones
Thaelman (alemanes, escandinavos y españoles), Edgar André (alemanes y
españoles), Hans Beimler (alemanes, holandeses y españoles) y 12 de Febrero
(austriacos y españoles), este último mandado por Émil Reuter. El batallón
“Austriaco” era de reciente formación, y su nombre homenajeaba el día en que
los trabajadores de varias ciudades de Austria se levantaron en defensa de sus
conquistas democráticas. Las 4 compañías que lo formaban llevaban los nombres
de los héroes de febrero: Koloman Wallisch, Georg Weill, Franz Munichreiter y
Josef Girl. Conservar en sus unidades los nombres queridos o significativos
para los combatientes parece haber sido el único privilegio que tuvieron las
brigadas internacionales respecto a las que eran totalmente españolas, tras la
disposición del Ministerio de la Guerra en abril (o mayo) de 1937, que suprimió
todas las denominaciones que originalmente tuvieron las unidades milicianas,
para sustituirlas por números. Luchando lejos de sus países, los combatientes
internacionales seguramente sentían la brigada o el batallón como una extensión
de su patria.
Los efectivos totales de la XI
brigada antes de entrar en la batalla de Brunete parecen haber sido de 3.565
hombres. Poco después de haber entrado en la línea de fuego por batallones, al
principio como refuerzo de Lister o de El Campesino, la XI brigada aparece
enlazando con la 10 brigada por su derecha y con la 100 por su izquierda.
El esquema de situación del día 9 de julio representa a la
XI brigada con sus batallones alineados en primera línea según la forma: 2º –
4º – 1º – 3º de O a E. En torno a ese día, cuando ya se tiene la posesión de
Quijorna y se pugna por tomar el cruce de carreteras al S del pueblo, la XI
brigada ataca en dirección al cruce de la carretera de Brunete a Chapinería.
Tiene enfrente desde un primer momento a la 1ª
bandera de La Legión. En los días siguientes es muy posible que combata
también contra fuerzas de las nuevas unidades franquistas que poco después se
van sumando para reforzar en esa zona el frente atacado por el V cuerpo de
ejército; son el 9º tabor de Larache, dos compañías del 163 batallón, el 4º
batallón de Las Navas, el 10º tabor de Alhucemas y el batallón 257. Desde el
lado del ejército franquista se reportan el día 10 fuertes ataques republicanos
sobre la zona de la carretera, a partir de las 13 horas, precedidos de fuerte
preparación artillera. De los 8 tanques que toman parte el combate, uno es
destruido y dos inutilizados por la artillería contra carro. Otro ataque a las
17 horas del mismo día es también rechazado. Ese mismo día 10 de julio se
informa desde el Mando republicano que “las brigadas XI y 108 han alcanzado la
casa de peones camineros del kilómetro 21 de la carretera Alcorcón – Brunete”.
Considerando
la disminución progresiva de la propia fuerza y la creciente que demuestra el
contrario, del que se teme que ya esté en condiciones de lanzar fuertes
contraataques de flanco, el día 11 se pasa a la defensiva en toda la derecha
del Ejército de Maniobra. La orden general nº 8 del V cuerpo de ejército, que
ordena reagrupar las fuerzas de la 35 división y crear su sector defensivo,
dispone que se deben reforzar las líneas con alambradas y zanjas antitanque,
especialmente entre Quijorna y Brunete, por donde se temen ataques de flanco.
Si esto se produjera, la XI brigada internacional y las unidades vecinas deben
resistir a toda costa en sus posiciones. Estas medidas defensivas, acompañadas
por el buen comportamiento de las tropas, consiguieron el efecto buscado por el
Mando a lo largo del resto de la batalla.
Entre los días 12 al 17 no hay
variación en la línea republicana, si bien los combates de esa semana no
revistieron especial virulencia. La situación se vuelve mucho más exigente para
los republicanos a partir de ese momento, tanto durante los días 18 al 22 como
especialmente durante el 24, 25 y 26. Durante la fase final de la batalla, la
XI brigada internacional resistirá sin ceder terreno frente a los dos intentos
de contraofensiva franquista que existieron en su subsector, viéndose obligada,
solo al llegar el 25, a rectificar su línea a retaguardia. Este repliegue, que
seguramente se tuvo que ordenar sobre la marcha, supuso tanto el abandono de la
cabecera del arroyo de Los Morales como del camino del Lomo.
La XI brigada pivotó hacia el N
desde su extremo O (derecho) para no quedar peligrosamente expuesta por su
flanco izquierdo ante el avance del enemigo hacia Villanueva de la Cañada,
cuando el frente de las divisiones 11 y 14
perdió el cementerio de Brunete y quedó bajo las bombas aéreas y la
acción artillera de las fuerzas enemigas , especialmente de la Legión Cóndor.
La nueva línea que entre tanta adversidad empezará a dibujarse durante la
propia tarde del 25, y a lo largo del 26, dará muestras de estar al menos
mínimamente consolidada durante las horas finales de la batalla.
El día 28 de julio la XI
brigada internacional sale de la primera línea y marcha a descansar y reorganizarse
en Collado Villalba. Terminados todos los combates y con los relevos
sucediéndose, las líneas de los dos ejércitos se irán endureciendo, una a cada
lado del curso del arroyo de Los Morales, que después de la batalla de Brunete
marcará el centro de la tierra de nadie en el que fuera sector de la 35
división hasta el final de la guerra.
1/8/37
Ejército del Centro.
Estado Mayor. Sección de Operaciones. (213/15-IHCM)
La XI brigada internacional sale del frente al poco de
concluir la batalla, para acantonarse en Collado Villalba. Allí establecida,
este es su estado de fuerza en ese momento.
XI brigada internacional:
Efectivos:
1er
batallón, 321 combatientes
2º batallón, 304
3er batallón,
439 (32 son de artillería)
4º batallón 472 (sanidad,
40; artillería, 98; Estado Mayor, 36; servicio de Estado Mayor, 96;
transmisiones, 124; exploración, 60; ingenieros, 41; sección trabajos, 15; tren
de combate, 25).
Total hombres: 2.169
Armamento: 1.358 fusiles (de 3 calibres diferentes), 1 cañón
contra carro (en reparación), 1 cañón antiaéreo, 24 ametralladoras (2 en
reparación), 8 ametralladoras ligeras (3 en reparación), 3 fusiles
ametralladores.
Munición: 1.060 granadas de mano, 100.000 balas de fusil,
100.350 balas para armas automáticas.
El puesto de mando de la
brigada está situado en la finca La Carmela, de Collado Villalba. Dos
batallones están alojados dentro de dicho pueblo y los otros dos en los
hotelitos que hay al S de la estación de ferrocarril.
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32 brigada mixta, 35 división.
Recopilando datos
de diversas fuentes sabemos que la 32 brigada mixta se constituyó el día 1 de
diciembre de 1936 en El Escorial, a partir de la Columna Mangada. El Mando será
del mayor de milicias Nilamón Toral Azcona, que seguirá teniéndolo en la
batalla de Brunete. El jefe de Estado Mayor en el momento de la constitución de
la brigada fue Mariano Illeras. Inmediatamente a su formación, la 32 brigada
quedó incorporada a la 3 división, creada al día siguiente, el 1 de enero de
1937, con las brigadas 32, 33 y 34, todas formadas a partir de las columnas
Mangada y Robledo. El Mando de la 3 división será para el teniente coronel de
Artillería Enrique Fernández de Heredia. El sector divisionario será el del
frente en torno a El Escorial.
La 32 brigada permanece en esas
posiciones hasta que es relevada el 1 de julio de 1937 por la XIV brigada
internacional, saliendo la 32 brigada de la 3 división para incorporarse a la
35. Los combatientes de la 32 brigada conocían perfectamente el entorno del río
Perales cuando en los primeros días de ofensiva se los destina allí para dar
cobertura de flanco al V cuerpo de ejército.
El día 4 de julio el puesto de
mando de la 32 brigada está situado al O del kilómetro 24,400 de la carretera
de El Escorial a Navalcarnero, en la finca El Enebral. Comenzada la ofensiva el
día 6, la unidad está, como el resto de la 35 división, en situación de reserva
del V cuerpo de ejército, esperando a entrar en combate para explotar el éxito
inicial apoyando el avance de la 11 división hacia Villaviciosa de Odón, pero
Miaja, jefe del Ejército de Maniobra, decide un destino diferente a ese para la
32 brigada. Seguramente por ser esta brigada veterana en el frente del entorno
de El Escorial, de donde acaba de ser relevada apenas unos días antes, se
decide a enviarla a cubrir el nuevo segmento de frente sobre el río Perales
ganado por el avance republicano al S de las posiciones de la 3 división.
Siempre atendiendo a lo que dicen las órdenes escritas encontradas, allí
permanecerá la 32 brigada, a partir del día 9, un número de días no del todo
precisado, ya que a raíz de la orden de paso a la defensiva que se da el 11 de
julio para el V cuerpo de ejército, al menos una parte (serían dos batallones)
de la 32 brigada se desplazará a la zona de combate de su división, donde será
reserva de las unidades que la forman, a la par que del V cuerpo de ejército,
junto a la 1ª brigada de la 11 división.
El resto de batallones de la brigada, si no se movieron hacia la zona de
Brunete en torno al 11 de julio, lo hicieron unos días más tarde, pues para el
día 18 de julio ya no estaban involucradas en la protección del flanco O del V
cuerpo de ejército, sino en la primera línea de fuego de su división, entre
Brunete y Quijorna. El día 23 de julio dos batallones de la 32 brigada están
reforzando a otras unidades del V cuerpo o bien permanecen en reserva, a
disposición de Modesto, mientras que los otros dos batallones están bajo mando
directo de la 35 división. A estos últimos se les ordena que pasen a ponerse
bajo el mando de la 39 división (Durán), que está a punto de relevar a la 46 de
su sector.
En la fase más crítica de la
batalla, la inmediata a la pérdida de Brunete, la 32 brigada será la unidad que
asegure desde la noche del 25 al 26 la continuidad del frente en la zona donde
este apenas tiene consistencia, cuando releva (mejor dicho sustituye) a fuerzas
de la 14 división entre Villanueva de la Cañada y Brunete. Durante su
permanencia en esa línea no se moverá frente a los ataques franquistas del 26,
suponiendo su presencia en primera línea un factor fundamental para que esta
aguante durante la difícil última jornada de la batalla.
Sanidad del Ejército de
Maniobra. Bajas habidas en la 2 brigada mixta durante la batalla de Brunete. (220/15-IHCM)
Día
/ nº bajas: 6 / 3, 7 /
1, 8 / 1, 9 / 0,
10 / 4, 11 / 13, 12 / 4,
13 / 11, 14 / 6, 15 / 9,
16 / 2, 17 / 9, 18 / 4,
19 / 73, 20 / 58, 21 / 18,
22 / 4, 23 / 7, 24 / 165,
25 / 317, 26 / 61, 27 / 27,
28 / 9, 30 / 2, 31 / 2
Total
bajas: 803
9/7/37
Ejército de Maniobra.
Orden particular reservada nº 11, de las 19,20 horas. (9-AHN)
Se organiza un nuevo
subsector en Valquemado. Ante la necesidad absoluta de garantizar el flanco O
(derecho) del Ejército de Maniobra, se ordena a la 32 brigada que abandone su
zona de acantonamiento en torno a Valquemado y releve a las fuerzas de la 46
división que guarnecen las posiciones desde el arroyo Tamarizo (lo llama Tomares),
excluido, hasta las ocupadas por las fuerzas de la 3 división (hacia el N de ese arroyo). A
la 3 división se le exige que garantice su sector a toda costa, y para ello se
la refuerza con nuevas armas automáticas (32) cedidas por la 99 brigada. La 105
brigada queda situada entre Peralejo y Valdemorillo. Tanto la 32 brigada de la
35 división como la 105 brigada y las armas cedidas por la 99 brigada pasan a
depender tácticamente, desde las 24 horas del 9 de julio, de la 3 división,
unidad que extiende su límite S hasta la línea arroyo Tamarizo – Valdemorillo.
La misión vigente de la 32 brigada es clara y no ofrece dudas: defender a toda
costa el flanco derecho del V cuerpo de ejército, que es el del Ejército de
Maniobra.
Ejército del Centro. 3ª
división. Estado Mayor. Orden particular reservada nº 12. (209/15-IHCM)
La 3 división informa que
por orden de la superioridad se ha creado para la 32 brigada un nuevo subsector
defensivo que se extiende desde el arroyo de La Nava (el Tamarizo) hasta el meridiano de
Peralejo. Dicho subsector estará
constituido por: Una línea avanzada, una zona de resistencia (compuesta por una
línea principal de resistencia y otra de sostenes 300 metros por detrás) y una
línea de detención. El mando del nuevo subsector (que está en el sector de la 3 división) lo tiene la 3 división, puesto
de mando en El Escorial.
- El mando de la posición avanzada lo tiene el
comandante Tomás Centeno (quien
casi con seguridad era el jefe de uno de los batallones de la 32 brigada), puesto de mando en la casa llamada Fortín del
Diablo.
-
El mando de la
línea principal de resistencia y la línea de sostenes lo tiene el comandante
Nilamón Toral (comandante
de la 32 brigada), puesto de mando en fortín Almorcho (posición Alicante).
- El mando de la línea de detención lo tiene el
comandante Esteban Cabezos (comandante
de la 33 brigada), puesto de mando en Fuente Vieja.
Se concreta un segmento de frente que cubría unos 6 a 7
kilómetros lineales, desconociendo cuántos serían de extensión real sobre el
abrupto terreno, donde el pueblo de Valdemorillo ocupaba una situación central
y a retaguardia. El límite S del subsector parece venir determinado por la
altura donde el nacimiento del arroyo Tamarizo se acerca al arroyo de La Nava,
unos tres kilómetros al N de la desembocadura de este último en el Valdeyerno.
El límite N del subsector es el “meridiano de Peralejo”, el punto donde el
frente se cruza con la línea N – S que en los mapas pasa por el citado pueblo
(límite de la cuadrícula 563, junto a casa Escalante). La fuerza que cubrirá
las posiciones de vanguardia del nuevo subsector será la 32 brigada mixta. El
frente que ocupa este subsector asignado a la 32 brigada lo tenía antes del 9
de julio a su cargo la 33; era parte del suyo, que se extendía desde las
laderas al S del San Benito hasta el límite S del que asume la 32 brigada. Con
la nueva disposición de fuerzas, además de entrar en línea la 32 brigada, al NO
de esta el frente original de la 33 brigada (el subsector que permanece en
manos de la 33 brigada) es reforzado por un batallón de la 105 brigada que
releva a otro de la 33, llegando su derecha hasta La Hinojosa, en Zarzalejo,
mientras que su izquierda está en casa Escalante. Otro batallón de la 105
brigada quedará en reserva, acantonado cerca de la estación de Zarzalejo. El
resto del frente de la 33 brigada lo cubre un batallón de esa brigada, que se
extiende desde la derecha del batallón de la 105 brigada (enlace en La
Hinojosa) hasta el San Benito. Este sería el único de la 33 brigada en línea,
los otros tres quedarían en reserva o guarneciendo la línea de detención del
subsector de la 32 brigada.
El mando inmediato del frente
guarnecido por los batallones en primera línea de la 105 y 33 brigadas, además
del de la 105 brigada en reserva, está en manos del teniente coronel Esteban
Domínguez Piña, jefe de la 105 brigada, puesto de mando en El Chozo, quien a su
vez estará bajo las ordenes del comandante Esteban Cabezos que, por tanto,
tendrá el mando de la línea de detención del subsector de la 32 brigada y del
total del nuevo subsector de la 33. A la 32 brigada se le dota de 18 armas
automáticas suplementarias. Enlazará con la 46 división por su izquierda sobre
la cota 740, en la que cada unidad situará una compañía (el punto parece ser
sobre el camino de Las Gateras). h
Como una prueba más de la
importancia que se le otorga al dispositivo de fuerzas que guardan el flanco
derecho del V cuerpo de ejército, y principalmente al nuevo subsector de la 32
brigada, el día 13, el Mando de ingenieros de la 3 división informa al jefe de
Estado Mayor del Ejército de Maniobra que durante la noche del 12 al 13 han
sido volados los dos puentes de las carreteras que cruzan el río Perales
(Quijorna a Navalagamella y Valdemorillo a Navalagamella). La voladura fue
supervisada personalmente por el jefe de fortificaciones del Estado Mayor de la
3 división.
(Poner
dibujo pag. 6 de mis apuntes de la 32 brigada aquí).
18/7/37
Con la
instrucción reservada nº 25 del Ejército
de Maniobra del día 18, se modifica la anterior instrucción reservada nº 11,
que dio origen a su vez a la orden particular reservada nº 12 de la 3 división
del 9 de julio, en la que se ordenaba crear el subsector defensivo asignado a
la 32 brigada.
Después de permanecer sin
cambios desde el día 9, el 18 de julio se reorganizan en un único subsector,
llamado Zarzalejo – Valquemado los anteriores dos subsectores asignados a la 32
y 33 brigadas, por un lado, y a la 33 y 105 brigadas, por otro. Desde ese
momento (día 18) existe la seguridad de que ningún batallón de la 32 brigada
está guarneciendo el flanco O del V cuerpo de ejército, aunque no se ha
encontrado el documento que ordena moverse hacia Brunete a la 32 brigada y por
tanto se desconoce en qué días y de qué forma esta unidad cambió de posición,
si bien parece probado que al menos dos de sus batallones ya estaban en
movimiento desde el Perales hacia la zona de Brunete en torno al día 11.
En los planos de situación de las distintas unidades del
Ejército de Maniobra, correspondientes a los 20 días que duró la batalla de
Brunete, en el del día 9 se representa a la 32 brigada completa ocupando las
posiciones que se sabe se le habían señalado en el subsector que se creó en
Valquemado, guarneciendo el flanco O del V cuerpo de ejército y dando cara al
río Perales. La 32 brigada tiene en ese momento, al S, a la 101 brigada de la
46 división y al N, a la 3 división, a la que obedece tácticamente,
permaneciendo orgánicamente en la 35 división. El puesto de mando de la 32
brigada está situado presumiblemente sobre el vértice Los Llanos 2, que es, de
los dos vértices con el mismo nombre, el que queda en la margen N del arroyo
Valdeyerno (en otros testimonios republicanos a este vértice parece que se lo
llama “Monos”).
El día 10 la
32 brigada sigue como en el día anterior, pero en lugar de un solo puesto de
mando, existen dos, el anterior y otro en primera línea, cerca del Perales. El
11 de julio los batallones 3 y 4 (el 3 al N del 4) están situados donde desde
el 9 estaba toda la 32 brigada, mientras que los batallones 1 y 2 aparecen en
una posición nueva, seguramente en
movimiento o ya en su nueva ubicación. Se los representa sobre la zona de
cabecera del arroyo de Los Morales, al O de la carretera de Brunete a
Villanueva de la Cañada, cerca de los puestos de mando de las divisiones 11 y
35. Como los dos puestos de mando de la 32 brigada antes mencionados siguen
donde estaban, se puede pensar que sus batallones 1 y 2 fueron puestos el día 11 a disposición de la
35 división, para que constituyeran su reserva de cara a la nueva etapa
defensiva ordenada ese día (reserva próxima y efectiva, puesto que en realidad
toda la 32 brigada era reserva de la 35 división, pero no estaba a mano si
estaba a la vez guardando el flanco O del V cuerpo de ejército).
El día 13 de julio se
representa a todas las brigadas de la 35 división “en movimiento”, lo cual en
realidad significa que todas se están reorganizando, y solo la 32 moviéndose.
Parece ser que, aunque no haya aparecido la orden escrita, toda la 32 brigada
abandonó gradualmente el subsector creado para ella el 9 a lo largo de los siguientes
días.
En el plano del día 15 no se ve
ninguna referencia a la 32 brigada en donde se la suponía situada, aunque fuera
en parte, es decir, junto al Perales. Su puesto de mando tampoco está en esa
zona; ahora se encuentra pegado a Brunete, al S del de las divisiones 11 y 35,
lo que lleva a pensar que la 32 brigada, por esa fecha, ya está situada en el frente de combate más
activo del V cuerpo de ejército y no en su flanco O. Donde se esperaba ver a la
32 brigada, en el subsector de Valquemado, aparece la 69 brigada, incluso desde
el día 12. La 69 brigada está al S del
sector de la 3 división, donde debía estar la 32. Al S de la 69 brigada, en la
zona del V cuerpo de ejército está, como era previsible, la 101 brigada,
mientras que al N inmediato de la 69 está la 33, y no como dice la orden del 9
de julio, el batallón de la 105.
Si estos gráficos representan
la situación real de las unidades en el frente, cabe preguntarse, más allá de
las órdenes escritas, por el grado en que la 32 brigada cubrió el subsector
asignado el 9 de julio. Quizás los hechos evolucionaron de tal manera que no
permitieron al V cuerpo de ejército prescindir de ella en vanguardia y fue
sustituida en “su” subsector por la 69 brigada hasta que la orden del día 18
(instrucción reservada nº 25) determinó una nueva organización del mismo,
siempre al N de la 101 brigada. En apoyo de esta sospecha no es posible aportar
pruebas definitivas, por no haberse encontrado las órdenes que organizan el
subsector al N del Tamarizo y/o Valdeyerno entre los días 9 y 18 de julio. Lo
más probable es que la 32 brigada entrara el día 9 en la línea del Perales al N
del arroyo Tamarizo, tal como se le ordenó, y saliera de ella el 12, siendo
relevada de allí por la 69 brigada de la división 39 mandada por Durán. Esto lo
confirma una comunicación hecha el día 12 desde el puesto de mando de la
división Durán, en la que se afirma que por orden de la 3 división, la 69
brigada se extiende por el S “hasta la confluencia del arroyo de la Nava
(quiere decir Valdeyerno) con el río Perales, cuadrícula 658-561, donde
enlazará con la 101 brigada”. La 32 brigada en ese momento ya no está
representada junto al Perales.
Los planos de los días 18, 19 y
22 no varían respecto al del 15. El puesto de mando de la 32 brigada está
pegado a Brunete y la fuerza de la unidad está, bien en reserva o bien
reforzando a las brigadas XI y 108 que, a diferencia de la 32, sí tienen
subsector propio. No hay planos posteriores al 22 hasta el día 29, gráfico en
el que la 32 brigada no aparece representada.
21/7/37
V cuerpo de ejército.
Orden general nº 15, de las 18 horas. (333/21-IHCM)
Ante la situación que se
prevé por parte republicana de un inminente agravamiento de la contraofensiva
general franquista, esta orden busca perfeccionar todo lo posible la
organización defensiva de las tropas y el tránsito de información entre los
Estados Mayores de las distintas unidades y el Estado Mayor del V cuerpo de
ejército. Se pone un gran énfasis en tener prevista la situación que se
avecina, desarrollando los planes de contingencia que permitan sostener el
frente y asegurar que el Mando del V cuerpo de ejército tiene los elementos de
juicio necesarios para tomar la decisión más correcta en cada momento.
En relación con el riesgo de fuertes ataques
antes señalados, se enumeran las 6 direcciones que parecen más probables por
las que el enemigo intentará romper el frente del V cuerpo o de sus vecinos (I
y XVIII cuerpos de ejército y subsector a cargo de la 3 división). Estas
direcciones de ataque probable son:
1
Fresnedillas –
Peralejo
2
Navalagamella –
Valdemorillo
3
Orilla O del
Perales (zona de la actual cantera) – Los Llanos
4
Arroyo Los
Morales
5
Límite entre los
V y XVIII cuerpos de ejército
6
Villafranca del
Castillo – Villanueva de la Cañada
En las direcciones 1 y 2,
la 49 brigada sería la unidad principal de refuerzo. Los supuestos 3 y 4
contemplaban respectivamente una renovación del ataque de la IV brigada de
Navarra hacia Los Llanos, en curso, que entonces estaba ya agonizante, y el
desencadenamiento de uno diferente a lo largo del valle del arroyo Los Morales,
zona muy accesible, y por tanto favorable para el ataque. Para ambos casos, la
fuerza de reserva que el V cuerpo de ejército tenía pensado hacer intervenir
era la constituida por dos batallones de la 32 brigada, que eran la reserva de la 35 división.
Eventualmente, en caso de ataque a Los Llanos, esos dos batallones de la 32
brigada podrían ser secundados por la 49, pero la intervención de los primeros
quedaba condicionada a que la 35 división no pasara en ese momento por una
situación crítica en su propio sector. Por el contrario, en el caso de ataque
franquista por el valle del arroyo Los Morales, los dos batallones de la 32
brigada tendrían por misión principal
actuar como reserva inmediata, interviniendo en primer lugar, pudiendo
luego, si la situación lo permitía, ser apoyadas por otras reservas de sector o
subsector.
24/7/37
V cuerpo de ejército.
Orden general nº 16, de las 12 horas. (344/21-IHCM)
Ocupado Brunete por el
enemigo en la mañana del día 24, se ordena un decidido contraataque por el E
del pueblo a cargo de la 14 división, flanqueada a su vez por el E (por su
izquierda) por dos batallones de la 11 división y por el O por un batallón de
la 100 brigada y otro de la 32. Estas fuerzas deben desencadenar el ataque a
las 15 horas desde el camino vecinal de Brunete a Boadilla del Monte y desde el
entorno del cementerio y su derecha (O). El avance buscará flanquear Brunete al
mismo tiempo por el E y el O y alcanzar por ambos costados del pueblo la
carretera Alcorcón – San Martín de Valdeiglesias. La fuerza del O debe llegar
al kilómetro 19 y la del E al cruce del kilómetro 17,500 (carretera a San
Martín con la de Sevilla la Nueva) y luego proceder ambas contra Brunete de S a
N. El ataque de la 14 división cuenta con un batallón de tanques, y el del
flanco O con una compañía. Existirá apoyo artillero a las fuerzas de
infantería, brindado por el V cuerpo de ejército y por el Ejército de Maniobra,
que harán la preparación entre las 14,45 y las 15 horas. La agrupación
artillera de apoyo directo de la 11 división obedecerá al jefe de la 14
división. El mando de la agrupación táctica constituida por el batallón de la
100 brigada y el de la 32 lo ejercerá el jefe de la 32 brigada, quien a su vez
obedece al jefe de la 11 división.
Juan Modesto. “Apuntes
para la historia de la guerra nacional revolucionaria. 2ª parte”. (6-PCE)
En
la noche del 25 las reservas del V cuerpo de ejército, representadas por la 32
brigada de la 35 división, entran en combate relevando a las fuerzas de la 14
división, cubriendo la línea al S del camino que lleva de Quijorna a la
carretera de Brunete y a Villanueva de la Cañada (en la zona cercana a Brunete esta línea pasa por la parte N de la
cabecera del arroyo de Los Morales). El día 26 el enemigo intenta avanzar hacia el N, pero
el esfuerzo de los días 24 y 25 los ha debilitado extraordinariamente,
manifestándose sus unidades incapaces de romper la resistencia de la 32 brigada
mixta, que mantiene en sus manos todas las posiciones. La misma suerte corren
los ataques enemigos del día 27. Los que tuvieron lugar sobre la 32 brigada
fueron bastante débiles, resultando de mayor intensidad los que tenían por
objetivo la zona de enlace de los V y XVIII cuerpos de ejército, siendo también
estos rechazados.
La 32 brigada, que
a lo largo de toda la batalla tuvo como función principal constituir las
reservas de sector de la 35 división, fue empleada en combate en distintos
momentos, según parece, por batallones, sin que pueda descartarse que también
actuara por unidades menores a batallón si la situación lo permitía. Lo cierto
es que la 32 brigada tuvo sus días de lucha más intensa y decisoria a lo largo
del 24 y 25, tal como acredita el crecido número de bajas registradas en la
unidad durante esas jornadas. Queda la duda sobre si durante el 24, 25 y 26 la
brigada luchó unida o si por el contrario fueron solo dos los batallones que
relevaron o reforzaron a las fuerzas de la 14 división en primera línea,
mientras otros dos estaban a las órdenes de Durán, cuya 39 división acababa de
relevar a la 46 de sus posiciones a la derecha de la 35.
El texto de Modesto cita que la
resistencia aportada por la 32 brigada durante el día 25, se estableció al S
del camino de Quijorna a Brunete. Durante el 26 parece que esta línea avanzada
se mantiene, permitiendo que se fuera estableciendo otra en su retaguardia.
Esas posiciones avanzadas en manos de la 32 brigada durarán poco, pues sabemos
que la línea final de la batalla se consolida o se crea, según zonas, durante y
después del 25, rectificando a retaguardia o conservando tramos de la
incipiente línea principal de resistencia que se poseía en ese momento por
detrás de la 32 brigada. Atendiendo a lo que expresa la orden general nº 21 del
V cuerpo de ejército del día 26 a las 20 horas, la 32 brigada quedó en la línea
avanzada de la zona de frente más crítica para los republicanos al final de la
batalla, la cual, cuando se pudiera se rectificaría a retaguardia. La 32
brigada estaba enlazada en esa zona de vanguardia con otras unidades de la 35
división por su derecha y con la 98 brigada de la 14 división por la izquierda.
La 70 brigada de esa misma división, que se iba recomponiendo algo a medida que
recuperaba combatientes enfermos y heridos leves, estaba a la izquierda de la
98 brigada, y alcanzaba en su despliegue la carretera de Villanueva de la
Cañada a Brunete desde el O. Sobre 1,5 kilómetros por detrás de ese segmento de
frente en torno al lado N de la cabecera del arroyo Los Morales y al O de la
carretera citada (que por supuesto debía quedar guarnecido y ser defendido a
toda costa), se va a crear desde la tarde del 26 otra línea defensiva
(considerada posición principal de resistencia) apoyada en su mitad E en la
carretera de Quijorna a Villanueva de la Cañada. Esta línea habrá de ocuparse
primero con las reservas entonces disponibles, que por detrás de la 32 brigada
parece haber sido la 101 brigada, recién
relevada dos días antes por fuerzas de la división Durán.
La orden general nº 21 ordena que cuando
se haga el repliegue de la línea de vanguardia, las 35 y 14 divisiones deben
marchar a la región del vértice Santa Ana. Al hacerse este repliegue, la 32
brigada abandonará las primeras líneas para descansar y reorganizarse.
12/8/37
Ejército del Centro. Estado Mayor. Sección de
Operaciones. (214/15-IHCM)
En
esa fecha la 32 brigada sigue en la 35 división, junto a la XI brigada
internacional y a la 108. Continúa perteneciendo al V cuerpo de ejército, pero
este ya no está en el Ejército de Maniobra, que fue disuelto en su primera
formación el día 31 de julio. El V cuerpo de ejército, y dentro de este, la 32
brigada forman parte del Ejército del Centro.
16/8/37
V cuerpo de ejército. 35 división. Del jefe de la 35
división al general jefe del Ejército del Centro. (210/15-IHCM)
Walter
pide al general jefe del Ejército del Centro que cambie su orden de retirar a
la 108 brigada del frente de la zona de Brunete, moviendo en lugar de esta a la
32 brigada, más fiable para el combate que la anterior.
---------------------------
108 Brigada Mixta, 35 División.
Ejército Español. 69 división.
Historial de las brigadas que componen esta división. (138/12-IHCM)
En el mes de octubre de 1938, la 69 división guarnece la
mayor parte del frente que fue el de la ofensiva republicana 15 meses atrás.
Entre sus brigadas está la 108, veterana de la batalla. La 69 división eleva en
ese momento al Mando del Ejército del Centro un detallado informe sobre sus
unidades; contiene el historial de la
108 brigada mixta desde su fundación hasta la fecha (8/10/38). Este es relato
de la creación de la brigada y de su participación en la batalla de Brunete.
La 108 brigada se
constituyó por orden del Estado Mayor Central (EMC) entre los días 18 al 20 de
marzo de 1937 en Cartagena, con reemplazos de 1932 a 1936, incluidos los
excedentes de cupo de 1932. El jefe de la brigada fue el teniente coronel
Gregorio Espinós Ridaura, que era militar profesional. El comisario fue Ramón
Herranz, de la CNT.
-
429 batallón:
Jefe, Policarpo Gutierrez. Comisario, Antonio Acuña Silva
-
430 batallón:
Jefe, Francisco Morales Merino. Comisario, Lorenzo Chuliá Campos
-
431 batallón:
Jefe, Francisco Tredes Edía. Comisario, Mariano Colmenarejo Martín
-
432 batallón:
Jefe, José González Estepa. Comisario, Carlos Elvira González
Los jefes de los
batallones eran todos militares profesionales. El 16 de junio el jefe del 431
batallón fue sustituido por Francisco Balaguer Balaguer, y el jefe del 429
batallón lo sería el 6 de julio por Antonio Lerma Aguilera. Ambos nuevos jefes
de batallón eran capitanes. Una vez organizada la brigada, el 1 de mayo de 1937
sale hacia Extremadura, concretamente a Quintana de la Serena, en Badajoz. El
28 de mayo va a Don Benito. El 1 de junio va a Caspe, y luego a Belchite. El 15
de junio de 1937 combate frente a Villanueva de Huerva (Zaragoza), partiendo
desde Fuendetodos. A continuación se desplazó a Huesca, donde quedó como
reserva de la operación que se emprendió para tomar la ciudad. Respecto a este
primer periodo de existencia de la 108 brigada, la valoración que se hizo
acerca de su comportamiento y disciplina es aceptable, aunque su experiencia de
combate es, a todas luces, escasa. El 25 de junio se traslada a Miraflores de
la Sierra, en Madrid, desde donde el 1 de julio llega a El Escorial (finca La
Granjilla), para abandonar este acantonamiento el día 5 a las 5 horas,
encaminándose hacia las posiciones que se le ordenó ocupar de cara al inminente
ataque.
El
informe de la 69 división (escrito en octubre de 1938) dice, respecto a la
participación de la 108 brigada en la batalla de Brunete, que esta demostró un
alto espíritu combativo; afirma también que la brigada estuvo distribuida por
batallones e incluso compañías entre otras unidades del V cuerpo de ejército. Durante
los primeros días de la ofensiva murieron tanto el jefe de la brigada como el
comisario. Los batallones 429 y 432 ocuparon posiciones algunos kilómetros por
delante (al S) de Brunete. El 430 batallón fue agregado desde el principio a la
XI brigada internacional, y con esta unidad participó en la toma de Quijorna y
en sus sucesivos combates. (Supuestamente por estar su fuerza integrada
en la XI brigada internacional, y antes del día 9),
el mayor (jefe) del 430 batallón, Francisco Morales Merino, pasó a mandar el
429 batallón. Este jefe, y el del 432 batallón, José González Estepa, morirán
en combate durante el día 9 de julio. Entonces asumen esas responsabilidades
Antonio Espinosa y Enrique Prado,
respectivamente. El 431 batallón ocupa posiciones en la derecha del
cementerio de Brunete, resistiendo los fortísimos ataques del enemigo.
El
día 10 de julio mueren Espinós y Herranz, respectivamente jefe y comisario de
la 108 brigada. Actuó entonces como
comisario de la misma Mariano Colmenarejo Martín, que era comisario del 431
batallón. El 12 de julio asume el mando de la 108 brigada el teniente coronel
Mariano Tomás Lozano y un día más tarde lo hace como comisario Luis Rodríguez
Barco, en lugar del accidental comisario del 431 batallón antes citado. Los nuevos
jefe y comisario de la 108 brigada solicitan y obtienen de la Superioridad que
se les permita reunir y reorganizar la brigada, lo que llevan a cabo durante
los (relativamente
tranquilos) días 22 y 23 de julio. El día 24 de julio el 430
batallón, que estaba mandado por el capitán Luis Vidaller (quien debía tener ese mando desde
que el anterior jefe, Francisco Morales Merino pasara a mandar el 429, antes
del día 9), realizó un eficaz contraataque local que permitió
recuperar posiciones a la izquierda del cementerio de Brunete. El día 25 de
julio, las fuerzas de la 108 brigada tuvieron que replegarse de sus posiciones
en torno al cementerio (seguramente
en su zona derecha, para impedir ser
atacadas de flanco, o incluso de revés, cuando colapsó el frente de sus
unidades vecinas por la izquierda, de la 11 y 14 divisiones),
siendo las últimas en hacerlo, hasta el punto de que llegaron a recibir fuego
propio por creerlas enemigas, dada su posición adelantada respecto al resto de
fuerzas propias. En los feroces combates del 25 de julio resultó herido de
gravedad el reciente jefe de la brigada, Mariano Tomás Lozano, a quien
sustituye en el mando Arístides Vera Navalón. También fueron bajas los comisarios de los batallones 431 y
432, Mariano Colmenarejo y Carlos Elvira, respectivamente. Las bajas totales de
la 108 brigada mixta en la batalla de Brunete ascendieron a 840.
La
brigada entera fue felicitada especialmente, por su comportamiento heroico
durante la batalla por el jefe del Ejército de Maniobra, general José Miaja
Menant. El día 30 de julio es relevada del frente y enviada a descansar a
Moralzarzal, donde recibe la visita de Walter, Dolores Ibárruri y del comisario
inspector del Ejército del Centro.
Sanidad del Ejército de
Maniobra. Bajas habidas en la 108 brigada mixta durante la batalla de Brunete.
(220/15-IHCM)
Día / nº de bajas: 6 / 4,
7 / 8, 8 / 17, 9 / 7,
10 / 30, 11 / 119, 12 / 4,
13 / 11, 14 / 6, 15 / 4,
16 / 4, 17 / 13, 18 / 18,
19 / 6, 20 / 13, 21 / 3,
22 / 5, 23 / 9, 24 / 130,
25 / 93, 26 / 95, 27 / 42, 28 / 9,
29 / 1, 30 / 11, 31 / 20.
Total bajas: 682
1/7/37
35 división. Comisario
Julián Muñoz Lizcano. Informe sobre el estado de la 108 brigada.
(191/14-IHCM)
Después de visitar a la
108 brigada en su acantonamiento de Miraflores de la Sierra durante la jornada
del 30 de junio de 1937, el día primero de julio, apenas a cuatro días de que
la brigada deba estar en disposición de entrar en combate, el comisario de su
división redacta un informe en el que hace constar que vio a la 108 con un
estado de moral débil, no habiendo encontrado durante su visita a la unidad a
su jefe, sino a otro que lo era con carácter accidental. Señala que la 108
brigada está formada en su totalidad por reclutas procedentes de Jaén. La
unidad se formó en Cartagena el 23 de marzo de 1937, pasó por Medellín y
Huesca, careciendo de experiencia de combate. Su disciplina y moral son bajas,
pero esta situación es mucho más achacable al Mando que a la tropa. Sus
efectivos llegan a completar, y aun exceden la plantilla reglamentaria: la
forman 2.800 hombres. El teniente coronel que manda la brigada, Gregorio
Espinós Ridaura, tiene 55 años y una salud precaria. Carece por completo de la
energía necesaria para ejercer el mando, a pesar de que no se duda,
aparentemente, de su lealtad política a la causa republicana. Todos los jefes
de batallón son militares profesionales, ascendidos al grado de mayor. El 1er
batallón (429), cuyo jefe es Policarpo Gutierrez, de unos 60 años, está
accidentalmente mandado por un capitán. Los oficiales, que en casi todos los
casos eran cabos del antiguo ejército, proceden sin excepciones de la Escuela
Popular de Guerra de Valencia (de
la que Espinós Ridaura parece haber sido el fundador) y conocen la guerra solo por
manuales de estudio. Los comisarios de compañía, a pesar de tener su
nombramiento oficial para ejercer esta responsabilidad, han venido siendo
considerados únicamente como delegados de compañía, lo que provocó desencanto y
una menor implicación en el trabajo con las tropas. Urge resolver esta
situación. No existe Estado Mayor de la brigada ya que este solo tiene un
oficial asignado, que es teniente de la CASE, careciendo de la preparación
necesaria para desempeñar funciones en un Estado Mayor.
En
el Estado Mayor de la 108 brigada no están establecidas las secciones de
Información, Operaciones ni Organización. Las plantillas de oficiales están
incompletas, al tener cada batallón solo dos o tres capitanes y doce tenientes,
mientras que todos los sargentos han sido designados eligiéndolos entre los
reclutas; todos sin ni siquiera el servicio militar hecho. Existen en la
brigada 1.788 fusiles Mosin, 32 ametralladoras Maxim y 42 fusiles
ametralladores soviéticos. La potencia de fuego en lo referente a armas
automáticas, al menos, es óptima, pero se carece por completo de morteros,
lanzabombas, artillería de acompañamiento, pistolas para los oficiales,
telémetros y prismáticos. La dotación de munición es pésima, se cuentan 5.000
cartuchos y 138 granadas de mano. No hay formados grupos de granaderos,
dinamiteros ni de audacia, y apenas hay unos pocos camaradas entrenados como
exploradores. Tampoco hay personal especializado en los servicios de
información. El vestuario resulta más o menos aceptable, pero no así el
calzado. No hay en la 108 brigada mixta reserva de botas o alpargatas. Los
combatientes no tienen uniforme de verano. Hay soldados con mono, otros con
camisa, guerrera, con y sin gorro, etc. En materia de servicios, la intendencia
muestra un deficiente funcionamiento. Durante el desplazamiento desde el frente
de Aragón hacia el pueblo de Miraflores, falló el suministro a la tropa, sobre
lo que hay una investigación en curso. Referente a sanidad, solo hay tres tenientes
médicos y cuatro oficiales del cuerpo de sanidad, lo que supone una plantilla
totalmente insuficiente, que, además, carece de lo más básico, desde el
material de botiquín hasta ambulancias, artolas, mulos y literas, habiendo solo
algunas camillas. De ingenieros está todo el personal, al que lo mandan
tenientes, pero se carece de material. El grupo de destrucciones no tiene
dinamita. Transmisiones está en un óptimo estado, cuenta con personal, mando y
el material necesario. Hay celo en el trabajo y se están instruyendo nuevos
radiotelegrafistas. Los transportes cuentan con 8 camiones y 7 coches ligeros
(de los que solo 2 están en servicio). No hay taller de reparaciones ni
personal preparado para atenderlo. El cobro de haberes está al día, existiendo
quizás tan solo algún retraso. Ni el servicio de información ni el
contraespionaje están organizados en el seno de la unidad, incluso a pesar de
haber tenido la misma 12 deserciones en Huesca, de que no hay confianza sobre
aproximadamente un 30% del personal, y de que hay cursadas denuncias de
infidelidad al régimen republicano contra individuos concretos de la brigada.
Resulta inaudito que en tal situación no se haya tomado aún ninguna medida
encaminada a atajar esta situación. No se recibe prensa ni se edita. En el
frente de Aragón solo llegaba “Solidaridad Obrera”, órgano de la CNT.
Actualmente no hay periódicos murales visibles, y los que fueron hechos antes
no se conservan. La brigada no cuenta con bibliotecas ni hogares del
combatiente. La tasa de analfabetos se acerca al 70%, una gran proporción de
los cuales son campesinos; tampoco a este respecto se ha iniciado ningún
trabajo efectivo. No existen Milicias de la Cultura en esta brigada. El trabajo
de los comisarios es mejorable, ya que aún no es sistemático ni está regido por
un plan concreto, a pesar de que los propios comisarios dicen hacer reuniones y
charlas políticas. Dicen también que se reúnen con los delegados de compañía
para resolver asuntos concretos.
La
conclusión a la que se llega es que la 108 brigada mixta no está preparada para
la lucha. La causa principal de esta situación es el débil trabajo, tanto del
Mando de la unidad como de sus comisarios, ya sea por dificultades materiales o
por carencia de motivación y preparación. La tarea inmediata y urgente será
realizar sobre la 108 brigada un fuerte trabajo militar y político, al tiempo
que se debe depurar al personal ineficaz, descomprometido o desafecto.
3/7/37
V cuerpo de ejército.
Orden general nº 2, de las 15 horas. (339/21-IHCM)
Extracto de los pasajes de interés para la 108 brigada.
La misión encomendada al V
cuerpo de ejército es la de atacar, conquistar y conservar la zona determinada
por la línea vértice Los Llanos – Quijorna – bifurcación de carreteras 4
kilómetros al S de Quijorna – Brunete – puente sobre el Guadarrama a
Villaviciosa de Odón, garantizando además el flanco O ante posibles reacciones
enemigas. El ataque a las posiciones enemigas se hará tras ganar nuestras
unidades una situación ventajosa tras infiltrarse durante la noche las
divisiones 11 y 46 por los espacios desguarnecidos que ofrece el frente
enemigo. Durante esta fase de aproximación a los objetivos, la 35 división
deberá permanecer a retaguardia de la 46. La misión general confiada a la
división de Walter, en tanto no se concrete una orden para acudir a la primera
línea, será la de cubrir el flanco O (derecho) del V cuerpo de ejército contra
cualquier intento de contraataque franquista que, procedente de la zona de
Navalagamella – Fresnedillas, pretenda avanzar sobre el intervalo Valdemorillo
– El Escorial.
De las tres brigadas de la división, dos
permanecerán en espera de órdenes, mientras que una tercera avanzará en segundo
escalón respecto de las fuerzas de vanguardia hasta la parte central de la carretera
Quijorna – Villanueva de la Cañada. Independientemente de la posición que
ocupen en esta fase de la ofensiva, las tres brigadas de la 35 división son
reserva del V cuerpo de ejército.
A las 4 horas del día D (del día 6), la
108 brigada partirá desde el extremo N de la cañada de los Montes del Duque
para alcanzar la citada carretera (Quijorna – Villanueva de la Cañada), donde
se establecerá, relevando de este cometido a la brigada de cola de la 11
división, que estará allí desde unas horas antes. Las brigadas XI y 32
permanecerán en el entorno del vértice Milanillo, dispuestas a ponerse en
marcha solo 15 minutos después de recibida una orden en tal sentido. El jefe de
la 35 división, Walter, mantendrá estrecha relación con el I cuerpo de ejército
(que ocupa el frente a
continuación del V cuerpo, por su derecha).
Superada la fase de aproximación a los objetivos respectivos por parte de las
unidades del V cuerpo de ejército, desde las 5 horas comenzarán los asaltos (2ª
fase). En esta nueva etapa de nuestra ofensiva la 35 división mantendrá su
situación sin alteraciones.
10/7/37
Ejército de Maniobra.
Estado Mayor. 2ª Sección. Boletín de información nº 2. (10-AHN)
El V cuerpo de ejército
informa que sus fuerzas han continuado maniobrando para conseguir materializar
la conquista de los objetivos que le han sido asignados. Las brigadas 108 y XI
han alcanzado la casa de peones camineros del kilómetro 21 de la carretera de
Alcorcón a Brunete.
La 108 brigada tiene ese día a uno de sus batallones (el 2º
o 430) incorporado a la XI brigada internacional prácticamente desde el
principio de la batalla; con esta brigada ha participado en la toma de
Quijorna, concluida el 9 por la mañana. Del resto de las fuerzas de la 108
brigada, sin que pueda precisarse cual o cuales de los batallones, al menos uno
toma parte en el ataque ofensivo lanzado entre las dos brigadas (XI y 108) para
ocupar el cruce de carreteras al S de Quijorna. El comportamiento en combate de
la fuerza de la 108 brigada resulta muy insatisfactorio, viéndose obligada la
XI brigada internacional a llevar el peso principal del ataque, cuando las
órdenes señalaban lo contrario.
Al terminar el día 10, tanto la
XI brigada internacional como la 108 brigada han fallado en la pretendida
ocupación del cruce, pero sí han alcanzado la casa de peones camineros de la
carretera de Brunete a San Martín de Valdeiglesias, en el kilómetro 21; el
cruce, que queda 1 kilómetro al O, permanecerá en manos de las fuerzas del
ejército franquista, si bien batido por el fuego republicano desde el E y el N.
A partir del día 11 no se
producirán más avances en el V cuerpo de ejército, que pasa a adoptar una
actitud defensiva en todo su frente. Cuando ese día a la 35 división se le
asigne un sector defensivo, la 108 brigada organizará su subsector al O
inmediato del pueblo de Brunete, entre las fuerzas de la XI brigada
internacional de su misma división (por la derecha) y la 100 brigada de la 11
división. Este momento coincidirá aproximadamente con la muerte del jefe y del
comisario de la brigada en circunstancias no precisamente claras. La llegada
del teniente coronel Mariano Tomás Lozano al mando de la brigada, y de Luis
Rodríguez Barco al puesto de comisario de la misma, supondrán un punto de
inflexión en el rendimiento de la unidad. Con apenas unos días de trabajo
transformador los nuevos mandos tendrán la oportunidad de demostrar durante el
24, 25 y 26 que gran parte de las carencias en instrucción y organización que
pusieron en entredicho a la brigada durante su bautismo de fuego en la batalla
quedaban superadas, lo que solo puede ocurrir cuando el grueso de los soldados
y mandos intermedios tienen las cualidades militares y políticas necesarias.
Teletipo del jefe del
Estado Mayor del Ejército de Maniobra al jefe de la Sección de Información del
Ejército del Centro. (259/18-IHCM)
Resumen de noticias hasta
las 13 horas del día 10 de julio en el V cuerpo de ejército:
- 11 división: La 9 brigada está combatiendo en
dirección al mismo objetivo del día de ayer. La 100 brigada maniobra para
proteger el flanco derecho de la 9 brigada.
- 35 división: La 108 brigada avanza en dirección al
cruce de la carretera de Quijorna con la de Alcorcón a Chapinería.
- 46 división: Se instala en las posiciones
conquistadas.
12/7/37
Teletipo urgente del
general jefe de Ejército de Maniobra a segundo jefe de su Estado Mayor.
(265/18-IHCM)
Ordene que el comandante
Mariano Tomás se incorpore con la máxima urgencia a este puesto de mando, ya
que ha sido elegido para mandar provisionalmente la 108 brigada. Deme cuenta de
su salida.
14/7/37
Jefe de la 108 brigada
a jefe del Estado Mayor del Ejército de Maniobra. (264/18-IHCM)
Señor don Manuel Matallana
– Canto del Pico (Torrelodones).
Mi estimado jefe y amigo:
Al hacerme cargo de esta brigada me he encontrado con solo dos batallones
diezmados, dos compañías diseminadas y una de ellas incluso desarmada, por
ciertas sospechas. No hay ni una moto para enlace, ni un telémetro, ni ningún
servicio auxiliar organizado, estando la brigada desnuda y descalza y en
lamentable estado. No existen cuadros de mando, y en la forma en que estamos no
se puede responder de nada con visos de eficiencia. Sin embargo creo que en
breves días, si me dan facilidades, confío en que podré hacer algo bueno. Para
ello necesito que se fije V. en la nota que le adjunto y que me destine esos
mandos que andan sobrantes por el mundo o que me autorice a ir a buscarlos.
Necesito también unos sargentos instructores, pues la brigada carece
absolutamente de la instrucción militar más imprescindible. Con todo esto hecho
empezaré la reorganización en gran escala a fin de que, de una manera rápida,
pueda estar la brigada en condiciones de dar algún rendimiento. Si considera V.
que es conveniente que yo vaya a Madrid, me busque un telémetro y me traiga
todos estos mandos, puedo hacerlo en un plazo de 24 horas, y ello no daría a V.
más trabajo que confirmar los traslados, excepción hecha de los mayores, que
deben ser previamente destinados.
En espera de sus órdenes
se ofrece suyo y de la Causa. Mariano
Tomás
16/7/37
V cuerpo de ejército.
Comunicación al general jefe del Ejército de Maniobra. (267/18-IHCM)
Han aparecido los cuerpos
sin vida del teniente coronel Gregorio Espinós Ridaura, anterior jefe de la 108
brigada mixta y el del comisario de la misma unidad, Antonio Herranz. Ambos
estaban desaparecidos (desde el día 11 o 12), y han sido encontrados muertos
por metralla de bombas de aviación en las proximidades de la carretera de
Villanueva de la Cañada a Valdemorillo. El nuevo jefe de la 108 brigada, el
teniente coronel Mariano Tomás Lázaro ya está al mando de la misma.
Tres días más tarde será el Ejército de Maniobra quien
transmita idéntica información al Ejército del Centro, lo que viene a ser su
confirmación y aceptación. No consta que se pidan más detalles o explicaciones
acerca de las circunstancias y causas de esas muertes.
23/7/37
Jefe de sanidad del
Ejército de Maniobra a jefe de Estado Mayor del mismo. (267/18-IHCM)
La Jefatura de Sanidad del
Ejército de Maniobra propone como jefe de la sanidad de la 108 brigada al
capitán médico Garrido, que viene de prestar sus servicios en la 45 división.
Lo que comunico para su conocimiento y aprobación.
Esta breve nota es una prueba más de que en esos días
finales de la batalla estaba en plena marcha el proceso de reorganización de la
108 brigada, emprendido desde su nombramiento por el nuevo jefe de la unidad,
el teniente coronel Mariano Tomás. Parece que incluso la sanidad de la brigada
hubo de ser reorganizada en medio de los combates.
V cuerpo de ejército.
Orden general nº 17, de las 21 horas. (333/21-IHCM)
Objetivo: Felicitación.
Este cuerpo de ejército
tiene la alta satisfacción de felicitar en esta orden a la división 35, en su
totalidad, y de manera especialísima a la 108 brigada mixta. El violento ataque
enemigo realizado hoy no ha sido capaz de hacer que las fuerzas de la división
abandonen ni una sola de las posiciones confiadas a su defensa, habiendo
llegado en algunos momentos, no solamente a permanecer en sus puestos
firmísimamente, sino además emplear sus reservas y sus medios de combate en la
ayuda prestada a las divisiones vecinas. La jornada de hoy constituye para la
35 división uno de los pasos necesarios para la consecución total de nuestra
victoria.
A esa hora del 24, día en que el ejército republicano
había sido completamente expulsado de Brunete y de la cabeza de puente del
Guadarrama, resultaba fundamental para el V y XVIII cuerpos de ejército que se
mantuviera la cohesión y firmeza de sus respectivos frentes, cuyas líneas no se conseguían fijar al terreno en todos
los sectores. Para el V cuerpo de ejército, el golpe moral recibido tras perder
el pueblo símbolo de la batalla era seguramente muy duro. Era además seguro que
los franquistas seguirían presionando con decisión y medios abundantes en
cuanto se reorganizaran. En este contexto tan crítico, Modesto no puede sino
sentirse aliviado por la formidable resistencia ofrecida por la 35 división a
lo largo de todo su frente, ante el ataque franquista generalizado que sufrió
durante el día, lo cual le permitía centrarse en reorganizar el sector de la 11
y 14 divisiones y preparar los contraataques en pro de la reconquista de
Brunete. La especial mención a la 108 brigada dentro de la felicitación a la división
de Walter está plenamente justificada por el hecho de que sus posiciones
estuvieron dentro de la zona atacada con especial fiereza durante la pérdida de
Brunete y se mantuvieron firmes aun cuando sus vecinos por la izquierda fueron
expulsados de las suyas. La felicitación, además de reconocer la valía de la
108 brigada, seguramente pretende señalar su comportamiento como ejemplar para
el resto de unidades.
Lo destacable
de todo esto es que solo diez días antes, la brigada estaba
solo mínimamente organizada, armada y mandada, manifestando carencias de
todo tipo. La labor conjunta de su nuevo jefe
y de los mandos y comisarios que le secundaron produjo resultados muy
notables en la capacidad combativa de la unidad, más aún si se tiene en cuenta
que todo se hizo sin abandonar el campo de batalla. El ejemplo de la 108
brigada mixta parece mostrar una vez más las grandes virtudes y capacidades
reales y potenciales que atesoraba el Ejército Popular, las que de manera
dramática tantas veces contrastaban con sus carencias y defectos igualmente
notables, tanto materiales como de otros órdenes.
El meritorio trabajo de los
jefes que tuvo la 108 brigada desde el día 12 de julio en adelante seguramente
estuvo basado, tanto en la disciplina auto impuesta en nombre de los ideales
políticos y sociales que representaban la lucha de la República, como en la
capacidad de coacción de órdenes o reglamentos que de manera firme se estaban
aplicando en las unidades republicanas desde la militarización, oficialmente concluida
en mayo del año en curso.
Capitán AEG, jefe del
429 batallón. Testimonio personal, conocido por gentileza de su hijo.
Las notas intercaladas buscan intentar aclarar el orden
cronológico de los hechos, cuyo relato posiblemente fue escrito años después de
ocurridos, y nunca modificar el sentido de los mismos. Quien habla en primera
persona es el capitán AEG refiriéndose fundamentalmente a la participación de
su batallón, el 429, dice:
En los días previos a la
batalla de Brunete la 108 brigada había estado en torno a Huesca durante las
operaciones de junio. Operó desde Sietamo, Monte Aragón y los carrascales de
Igriés. Una vez que se dieron por
concluidas (sin éxito) las acciones ofensivas republicanas, encaminadas a tomar
esa capital aragonesa, la brigada marcha en camiones a Barbastro, luego por
ferrocarril a Valencia, y nuevamente por ferrocarril y en camiones a la
provincia de Madrid, donde se acantona para tomar parte en la importante
ofensiva que se prepara para los primeros días de julio.
La
108 brigada mixta combatió entre los días 10 y 24 de julio por delante de
Brunete. El día 11 de julio el 429 batallón pierde a su jefe, el capitán Lerma,
que desaparece en combate. Asumo entonces el mando del batallón, dejando mi
compañía en manos del teniente Chacón. El día 13 el 429 batallón abandona la
primera línea y pasa a la línea de sostenes.
Desconocemos si el 429 fue el único batallón de la brigada
que salió en ese momento de la primera línea. En esa nueva situación, después
de haber perdido, no solo a este jefe de batallón, sino también al jefe de la
brigada y al comisario, la 108 brigada, mandada desde la víspera por Mariano
Tomás, comienza (desconocemos si al completo o solo en algunos batallones) su
acelerada reorganización e instrucción en la inmediata retaguardia de la línea
de fuego, cubriendo al tiempo que se instruye la línea de sostenes, tal como
afirma este relato personal.
El día 18 el 429 batallón
avanza para ocupar posiciones de vanguardia sobre la primera línea al E del
pueblo de Brunete, dejando en reserva a la 2ª compañía. Del 19 al 24 (18 al 23) se combatió de crepúsculo a
crepúsculo. (El 24 se
pierde Brunete). En la madrugada del 24 al 25 (23 al 24) recibí la orden escrita de
dejar en primera línea solo a una compañía y retirar otras dos, por lo que,
hecha la maniobra, el batallón quedó tácticamente constituido por tres
escalones.
Al
amanecer del 25 (24) el
enemigo inició una nueva contraofensiva con un nutrido fuego de artillería, que
nos batía incluso desde la dirección de Navalagamella, neutralizando nuestras
comunicaciones telefónicas. En esas circunstancias se ordena la entrada en
línea de las dos compañías que formaban el segundo escalón, conservando a la 2ª
compañía en reserva. Poco después la 100 brigada (de la 11 división) se retiró, ocupando el enemigo el pueblo de Brunete,
viéndose mi batallón en situación muy crítica, pues el adversario, con su
fuego, nos hería por la espalda. En unos olivares a retaguardia se reorganizó
en parte la 100 brigada, avanzando luego hasta el cementerio y la carretera,
que ocupó, pero la artillería enemiga la hizo de nuevo retroceder. Fue entonces
cuando por orden del jefe de la 108 brigada me puse al frente de la 2ª
compañía, hasta entonces en reserva, avanzando a través de una densa barrera de
fuego artillero y de aviación (que arrojaba las granadas hasta por cajones),
consiguiendo llegar hasta el cementerio y la carretera sin una sola baja. La
carretera queda ocupada, tras lo que la unidad se adelanta, combatiendo, hasta
ocupar también una línea avanzada que da frente a las primeras casas de Brunete
(primeras desde el N, la
dirección de Villanueva de la Cañada). Acto seguido se entabla un durísimo combate, que
duró toda la noche del 25 al 26 (24
al 25). Aquella noche nuestros puestos y tinglados ardieron macabramente.
Al
amanecer del día 26 (25) la
situación era favorable a nuestro ejército. Sobre las dos
de la noche (del 25) un
sargento que ocupaba un puesto adelantado me comunicó que el enemigo estaba en
movimiento. Ordené que se emplearan granadas de mano para neutralizar el
intento de asalto, cosa que se hizo, lo que dio paso a una situación favorable
para contraatacarles, lo que no se pudo hacer por estar durmiendo a pierna
suelta las dos compañías de la 100 brigada que apoyaban a la 2ª del 429
batallón. Únicamente pude observar a dos centinelas suyos, mientras que
nosotros estuvimos toda la noche expectantes. Sola, la 2ª compañía del 429
batallón, no podía hacer otra cosa que defenderse y aguantar entre las
explosiones de las granadas de mortero del enemigo y apagar el fuego macabro
que ardía en los tinglados de los puestos de los centinelas, e incluso en los
muertos, algunos de los cuales ardían en los lechos de las trincheras. Vi como
la trinchera del cementerio, llena de cadáveres de soldados republicanos,
también ardía. Todos estábamos curados de espanto, y allí no había más que
heroísmo, coraje y fe, además de convicción de que al final de la contienda
tendríamos la victoria. ¡Que lejos estábamos de la realidad!
Al
despuntar el alba del día 26 (25) las
armas estaban calladas, no se oía ni un tiro, entonces creí que mi deber estaba
en incorporarme e inspeccionar las posiciones de las 1ª, 3ª y 4ª compañías.
Entregué el mando de la 2ª compañía a su teniente comandante y me trasladé al
puesto de mando de la brigada, donde di cuenta a nuestro jefe del éxito
alcanzado durante la tarde del día anterior al ocupar la trinchera próxima al
pueblo en ruinas. Acto seguido, y con la venia del jefe, me trasladé a las
posiciones mencionadas, tras lo cual, después de una odisea de desplazamiento
bajo el fuego enemigo, conseguí establecer mi puesto de mando junto a un camino
o vereda paralelo a la carretera de Brunete a San Martín de Valdeiglesias, el
cual pasaba entre dos ramales de trinchera que se adelantaban hacia el E y
estaban cerrados por sacos terreros. Fue entonces cuando el enemigo, como si
advirtiera nuestros movimientos y situación de los puestos, redobló el fuego,
principalmente con morteros sobre el puesto de mando y desde las ruinas del
pueblo con armas automáticas contra toda la línea. Empezábamos a sufrir el
fuego desde nuestra espalda, el tiro de enfilada desde el flanco izquierdo y
desde el frente con tiro curvo de mortero. Ordené el fuego de ametralladoras
sobre las posiciones enemigas a nuestro frente y los morteros silenciaron, pero
no así las armas automáticas, que seguían haciéndonos bajas. Un morterazo hirió
de muerte a un soldado, otro explotó cerca de mí, levantándome por los aires en
el momento en que a la carrera pasaba de uno a otro ramal, arrancándome la
pechera de la camisa. Resulté herido en el pecho por un trozo de metralla, que
me extraje, lavándome la herida luego con agua de una cantimplora. Estaba todo
lleno de tierra, los ojos, la boca, los oídos, el pecho, la cabeza y el cuello.
Atontado primero, fui reaccionando y continué vigilante, recorriendo las
trincheras de la línea avanzada. Mi pistola del 9 largo, también toda llena de
tierra, se la entregué a un soldado llamado Tireo para que me la limpiara un
poco al menos. Cuando me la devolvió seguía el tiroteo. Hubo otras bajas en el
caminillo. El teléfono no funcionaba. Volví al poco al ramal donde estaba el
soldado Tireo; en efecto, allí estaba, pero muy mal herido, negro como un
tizón, tendido en el lecho de la trinchera. La honda expansiva de una granada
de mortero lo había reventado. Aún vivía. Levantó un poco su mano izquierda,
como despidiéndose de mí y al poco expiró. El teniente Chacón se me presentó.
Había tenido que evacuar su ramal de trinchera a causa de no poder aguantar el
fuego de mortero del enemigo. Entonces, organicé una patrulla con el objetivo
de recuperar el ramal evacuado. No lo consiguió, a pesar de tener un 50 % de
bajas. Los restos del grupo se replegaron, quedando reincorporados a sus posiciones
anteriores.
Yo,
haciendo un gran esfuerzo, ya me iba sintiendo recuperado. Entonces recibí un
mensaje del Mando de tono amenazador, carente de un motivo real que lo
justificara, pues todos permanecíamos en nuestros puestos y seguíamos luchando.
Aquellos heroicos soldados y clases estaban muriendo en la lucha. Es
representativo de su conciencia que cuando alguno de los combatientes resultaba
herido y aún podía moverse por sus medios, llegaba primero a mi puesto de mando
y me pedía permiso para retirarse al puesto de socorro de la sanidad, próximo
al cementerio. Esta fue la moral de aquellos soldados del 429 batallón de la
108 brigada mixta, que sabían morir por su Patria y también por sus ideales.
Nunca les faltaba el valor, la abnegación, el coraje y la hombría de bien. No
tengo palabras con qué enaltecer tanto heroísmo, y eso que eran soldados del
último reemplazo. Yo era también un soldado aguerrido, no en balde había
soportado las campañas de Marruecos (1921 – 1930), pero aquel injustificado
mensaje de mal agüero que recibí en la misma trinchera de la 3ª compañía del
429 batallón, tan amenazador y peligroso como torpe, pudo, pero no consiguió,
desmoralizarnos, tanto a mí como a otros combatientes que percibían mis
esfuerzos por disimular la contrariedad que sentía. Esos soldados jóvenes y
bisoños de alguna manera captaron el sentido del mensaje recibido, pero
afortunadamente eso reforzó aún más su confianza en mí, su capitán, que tanto
estaba mirando por ellos desde mi incorporación a la 108 brigada.
El capitán AEG subraya en su relato el hecho de que
el 429 batallón (que debió ser
el situado más a la izquierda de toda la
108 brigada) quedó en una situación muy
crítica desde que se replegara la 100 brigada de la 11 división durante la
mañana del 24, porque al ser ocupado Brunete por el enemigo, empezó a recibir
fuego por la espalda, a pesar de lo cual, ni se retiró ni dejó de combatir.
Aguantó estoicamente en sus trincheras, sufriendo muchas bajas.
Volviendo al día 25, a los hechos centrados en la
pérdida del cementerio, relata que, en las posiciones guarnecidas por la 3ª
compañía, dos sargentos resultaron heridos en la cara por disparos hechos desde
la segunda línea (da a entender
que propia).
Una ametralladora que tiraba hacia el enemigo a vanguardia de la posición, tuvo
que ser desplazada desde nuestra trinchera y emplazada con frente a nuestro
flanco izquierdo, por el cual avanzaba el contrario. El cementerio pronto quedó
ocupado por él. Una unidad a nuestra izquierda se retiró compacta, y mientras,
la 3ª compañía continuó resistiendo, sin poder evacuar a sus bajas. Comprobando
que el puesto de mando (¿de la
brigada?) se
había retirado, ya sin apenas municiones y sin que acudieran las reservas ni se
produjera el contraataque tan esperado, la 3ª compañía se retiró en perfecto
orden.
El día 27 (26)
el batallón siguió el movimiento general de retirada, haciéndolo en la
dirección de Villanueva de la Cañada. Al mando del primer batallón (429)
hicimos durante la noche del 27 al 28 (26 al 27) las marchas y contramarchas ordenadas por el Mando. Al amanecer del 28
(27) el batallón ocupó nuevas
posiciones entre Villanueva de la Cañada y Quijorna. Había terminado la batalla
de Brunete.
El capitán AEG, que había sido herido
leve durante el 25 en el pecho por un fragmento de granada de mortero y el 26
por un balín (shrrapnel) de granada artillera de
metralla enemiga, fue evacuado al atardecer del 27 al hospital de campaña de El
Escorial, donde fue curado durante una corta convalecencia, tras la que se reincorporó a la Plana Mayor de su batallón,
haciéndose cargo del mando de la 3ª compañía.
16/8/37
V cuerpo de ejército. 35 división. Del jefe de la 35
división al general jefe del Ejército del Centro. (210/15-IHCM)
Aun a pesar de
los elogios del Mando recibidos por su actuación durante la fase final de la
batalla, a mediados de agosto, dos semanas después de concluida la batalla,
cuando se están reubicando muchas de las brigadas del disuelto Ejército de
Maniobra, Walter, jefe de la 35 división, tras conocer que el Ejército del
Centro quiere enviar a la 108 brigada a un destino que implica previsiblemente
combates, sugiere que se retire a la 32 brigada en lugar de la prevista 108.
Expone
que no considera todavía fiable a la 108 brigada para misiones de la máxima responsabilidad.
Se está trabajando en mejorar su disciplina e instrucción, pero pesa aún en su
grado de preparación el haber cambiado de jefe tres veces a lo largo de un solo
mes (Gregorio Espinós, Mariano Tomás y Arístides Vera Navalón). Otro factor que
desaconseja mover a la 108 brigada hacia Levante (la zona donde se estaba
concentrando la fuerza a la que se debía incorporar) es que muchos de sus
reclutas son de ese origen, lo que hace temer que si se tiene en cuenta las
carencias en materia de disciplina, algunos entre ellos podrían desertar para
volver a sus hogares. Walter sugiere al Ejército del Centro que en lugar de la
108 brigada se retire a la 32, a la que también conoce perfectamente y
considera más fiable en ese momento.
30/8/37
Ejército del Centro. Estado Mayor. Sección de operaciones. General
Ejército Centro a coronel jefe Estado Mayor Central, en Valencia. (231/16-IHCM)
La
108 brigada está en línea en el XVIII cuerpo de ejército, habiendo relevado a
la 68 brigada de su frente para que esta descanse y se reorganice.
La 108 brigada
permanecerá por bastante tiempo en el mismo frente que fue el de la batalla de
Brunete o en sectores muy próximos a este.
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